26/09/2020

Ailén Lascano Micaz “Yo me quiero nadar el mundo”

La nadadora viedmense de aguas frías que nos ha representado internacionalmente, cuenta lo que hay detrás de romper el hielo

Ailén Lascano Micaz “Yo me quiero nadar el mundo”

 

Su contacto con el agua fue antes de nacer “mi mamá me cuenta que cuando estaba embarazada hasta el último mes hizo natación y cuando era bebé, a los 40 días me hacía inmersiones bajo el agua”. La nadadora viedmense especialista en aguas frías, Ailen Lascano Micaz creció en un hogar en el que el deporte era importante, por lo que hizo pileta desde muy pequeña.

 

Para nadie es secreto que vivir en la Comarca Viedma - Patagones es tener el río a disposición, entonces nadar en aguas frías abre la posibilidad de disfrutarlo todo el año. Aunque ese paso lo dio de adulta, recuerda que cuando tenía unos 8 años cruzó el río con su papá y unos amigos de él “ a todo el  mundo le parecía una locura, algo muy loco, difícil, imposible y peligroso. Luego se hicieron las competencias súper grandes, y así como está la Fiesta del Río, creo que se pueden hacer un montón de actividades, obviamente con todos los aspectos de seguridad” nos comenta.

 

En esta entrega de Musas nos sumergimos en el proceso que ha llevado a la nadadora de aguas frías Ailén Lascano Micaz a superar sus propios límites y tener en su trayectoria logros como, por ejemplo, ser la primera rionegrina completar el Desafío de la Milla Helada, reto que implicó nadar más de 1.600 metros en aguas heladas, a una temperatura por debajo de 5°C en el lago Wöhrsee ( Burghaussen - Alemania).

 

 

Su primer contacto con las aguas frías lo hizo a los 18 años antes de irse a estudiar a Bahía Blanca donde se recibió como Licenciada en Administración en la Universidad del Sur “había una competencia que me parecía increíble que era cruzar el Nahuel Huapi, era con traje neoprene, pero igualmente la temperatura era muy fría y un desafío bastante complejo y ahí fue la primera vez que me di cuenta que era posible nadar en Agua Fría”, explica.

 

Límites vs Súper Poderes

Aunque la posibilidad de nadar en aguas frías siempre había estado, ella la descartaba. En ese sentido, recuerda una charla de una nadadora en aguas heladas que dejó pasar “me parece que eso no lo iba a poder hacer, sentía que ella tenía un superpoder, que lo mío no era el agua fría. Recuerdo que yo me autolimité, porque si quizás en este momento hubiera sido más curiosa, quizás hubiera encontrado este mundo antes”, reflexiona. 

 

 

La Embajadora del Río

Una de las razones que motiva a Lascano a promover la práctica de nadar en aguas frías es la gama de oportunidades que se abren y que tal vez pasen desapercibidas “ es un mundo con muchísimas sensaciones, es un desafío increíble para la cabeza, para el cuerpo. La posibilidad de poder nadar en aguas abiertas todo el año, nadar en verano y nadar en invierno, ¡poder disfrutar el río todo el año me encantó!”.

 

El entusiasmo que siente la joven deportista por su especialidad la atrapa, y justamente la comparte ya que es una forma poco convencional de relacionarnos con el agua. Cuando conversás con ella es imposible no dejar de sorprenderse (  o tal vez debamos decir que “nos deja fríos”)  cuando de manera natural te invita a probar, sin compromiso, a estar en aguas frías. 

 

En el último tiempo estuvo acercando a personas de la Comarca a vivir la experiencia “siempre les digo animarse venir con la malla en invierno es un paso gigante”  y aclara que lo que suceda de ahí en adelante, se irá viendo ( si sólo es caminar en el agua, o nadar o tal vez no se entra es primera vez, no pasa nada), ella valora cada pequeña acción porque eso implica un cambio que nació desde la mente.

 

 

Atreverse a hacer algo distinto

Entre la información que se difunde sobre el tema y el contexto pandemia, Lascano nos dice que las personas están más receptivas. En estos primeros pasos hace hincapié en puntos claves como “arrancar siempre con alguien que tenga experiencia y que te pueda guiar en todo lo referente a esta nueva actividad para tener todas las herramientas , poder hacerlo de forma progresiva, tener en cuenta los aspectos de seguridad y precaución para que siempre sean experiencias de disfrute, experiencias positivas”. Para la nadadora la primera brazada está en la mente “a veces  pensamos demasiado y nuestra mente va muchísimo más rápido y nos crea un montón de escenarios. Cuando es algo distinto no sabemos cómo va a estar, entonces a veces hay que sólo probarlo. En este caso es animarse a salir de la zona de confort, no pensar más, tomar la decisión de hacer algo distinto y ya eso es un montón”

 

Cambiar la temperatura, cambiar el paradigma

En su recorrido internacional, más allá del desafío y preparación que implica cada competencia, le llama a atención cómo en otras sociedades incorporan la natación en aguas frías al ciudadano, la creencia de poder contraer una enfermedad al nadar en aguas frías no es está presente “cuando viajé por primera vez, en otros países estaba muy aceptado culturalmente como una actividad saludable, que tiene beneficios. Encontrás personas que lo hacen por deporte y podría encontrar lugares con las condiciones muchísimo más frías que acá y lo hacían, lo disfrutaba y no se enfermaban, porque justamente te dicen que lo hacen por salud, justamente para no enfermarse”.

 

 

-¿Cuál fue tu competencia más retadora y por qué?

-Todas las competencias han sido retadoras No hay ninguna en la cual me haya sentido confiada, todas han tenido una complejidad. Si tuviera que elegir, sería el Mundial de Aguas Heladas en Murmansk - Rusia donde era una sola distancia: un kilómetro.  La distancia más extrema con  agua a cero grados y tenías que haber acreditado experiencia antes para estar calificado y poder competir a ese nivel. Esa participación fue súper retadora, el día que competimos la temperatura ambiente creo que hasta -5 °. Al siguiente año El Human en Rusia, una Copa del Mundo en la cual un día hizo -17° de sensación térmica, la verdad que se congelaba todo. Salías del agua y se congelaban las escaleritas, le echaban agua para que se derritiera el hielo. En esa viajaba sola, entonces era enfrentar esta temperatura, las pruebas sumado a estar en un país que te habla en ruso y comunicarse en inglés era un poco complicado, así que era dentro de todo, súper complejo. 

 

-¿Cómo es la recuperación al salir del agua?

-Depende del entrenamiento, de los objetivos. La recuperación es súper importante, cuando uno sale el agua en realidad terminó la primera fase, queda la otra parte que es la recuperación hasta que sea la temperatura normal.  Acá en los entrenamientos la recuperación es cambiarse rápidamente lo mojado,  abrigarse y tomar algo caliente. También se puede hacer alguna caminata. No se recomienda tomar ducha de agua caliente, porque te puede hacer mal.  En competencia podés recuperar con sauna o con tinas agua caliente. La verdad que lo mejor es entrenar, hay un país que no tiene absolutamente ningún tipo de recuperaciones y se recuperan sin nada, así uno está preparado para cualquier panorama,  creo que es la mejor forma. Si tuviera que elegir en las competencias, me gusta mucho el sauna

 

 

-¿Cómo has cultivado la disciplina y qué rol juega en tu vida?

-Por naturaleza no soy disciplinada, así que fue todo un aprendizaje y lo sigue siendo. Creo que fue clave tener los objetivos claros, por escritos, decir “bueno voy para ahí y cómo lo logro”, entonces traducir los objetivos en acciones diarias. Por más pequeña que sea esa acción, es la que me va a llevar a ese objetivo. Por más chiquita que sea abrazada, es la que necesito para ir para allá y conocerme. Como segundo, saber “tengo estas limitaciones, estas debilidades, estas son mis distracciones” y ver cómo corregirlas, cómo mejorarlas, cómo ir construyendo una realidad para generar estas disciplinas. Lo tercero, es rodearse de personas que te ayuden, con hábitos que sean contagiosos, poder hablar de ciertos temas y que te ayuden a ir para donde vos querés ir. Personas que sí. Creo que la disciplina es fundamental porque es la que caza el trabajo de hormiga. A veces cuando estamos súper motivados queremos hacer todo, y hacerlo ya, queremos tener los resultados ya y hay muchas cosas que llevan tiempo y que tienen procesos, entonces la disciplina es lo que te permite hacer poquito y después llegar a grandes resultados. 

 

 

Lo que hay debajo del Iceberg

Lascano nos cuenta que al encarar el nado en aguas heladas, lo primero fue ver que en realidad no era medir cuánto resistía o aguantaba, que ahí no radica el verdadero reto, sino que tener muy claro cuál es tu objetivo es lo que te mantendrá en foco en esos días cuando el cansancio, la frustración, la tristeza, o cualquier situación adversa te pueda tirar para abajo “son las pequeñas decisiones que hacemos todos los días, vos sabés que lo vas a hacer y te vas a sentir mejor. Quizás al principio no estés convencida, que te falta compañía, que hace falta algo, lo vas buscando, te vas creando tu propia realidad para ir por ese objetivo, y que cuando toquen esos días grises en los que no hay muchas ganas, ni  energía, vos los puedas dar vuelta, lo disfrutás y finalmente te agradecés haber hecho ese esfuerzo”.

 

-¿Cuál es tu mayor sueño? ¿hasta dónde querés llegar?

-Bueno, yo me quiero nadar el mundo. Tengo muchísimos sueños, muchísimos lugares, aventuras, muchos desafíos y sobretodo competencias que me gustaría hacer. La más loca es nadar en la Antártida. Lo voy a soñar, lo voy a pensar, hasta que se haga realidad. Después, lo que me parece muy importante es que me gustaría nadar acá en la Argentina antes de conocer otros lugares. Me encantaría nadar, hacer los desafíos y competencias que estén acá,  sobre todo conocer nuestro Sur,  ya acá en nuestra misma provincia hay un montón de lugares que tendría que ir,  el Perito Moreno o algún lugar lleno de hielos encantaría ir conocer y nadarlo.

 

-¿Qué significa para vos romper el hielo?

Romper el hielo es ir por ese más, por eso distinto, por eso quizás difícil pero pero que va a ser gratificante al fin. Ir por esa aventura. Romper el hielo. Salir de lo común, salir de la zona de confort a lo extraordinario.

 

Podés seguir su trayectoria y novedades deportivas en Instagram @ailenlascanomicaz

 

Por: Leomarys Ñañe

Fotos: Vanesa Schwemmler / Gentileza Ailen Lascano

 

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