14/04/2020
Amanece, que no es poco
Pudo haber sido el hastío de horas y horas dando vueltas en el mismo lugar, pudo haber sido la nostalgia de besos y abrazos, pudo haber sido que nos hicimos trampa y usamos lo de los “tapabocas” como un permiso que sabíamos que no era tal, pero ayer, incumplimos y estuvo mal.
El río y todo cuanto amamos, sigue allí, donde estaban cuando empezó la cuarentena. Porque en algún momento, esto también pasará, y volverán a escucharse las risas de los chicos en la calle y otros jugarán a la pelota y otros se escabullirán entre los árboles para robarse besos y abrazos.
Entre tanto, hoy también amanece, que no es poco, y así se ve el rio en Viedma.
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