01/04/2020

Pesatti reedita un viejo anhelo de Ferreira y Foulkes

Con más ambición, el actual intendente pretende además reubicarla, con el objetivo de impedir que los grandes colectivos circulen en zonas hoy ya muy urbanizadas.

Pesatti reedita un viejo anhelo de Ferreira y Foulkes

El intendente Pedro Pesatti busca encauzar un viejo anhelo de los ex intendentes radicales Jorge Ferreira y José Luis Foulkes: se trata de la renovación de la Terminal de Ómnibus de Pasajeros.

En sus gestiones se habían presentado diversos proyectos, pero en la búsqueda de los fondos para concretarlos, no se tuvo la suerte esperada.

La reedición de la iniciativa fue anunciada en mas de una oportunidad por el intendente Pesatti, y en el marco del aislamiento preventivo que obliga a la mayoría de los trabajadores municipales al distanciamiento general, se activó el denominado “teletrabajo” para el diseño de proyectos.

Los arquitectos y proyectistas de la secretaría de Planeamiento Urbano, Obras y Servicios Públicos vienen avanzando en diferentes proyectos que incluyen, además del rediseño interior de la Terminal de Ómnibus, el Depósito Voluntario de Residuos, la puesta en valor del monumento al Fundador, la reconversión de la Avenida Perón, y otras pequeñas intervenciones, que permitirán generar trabajo rápidamente una vez que se restablezcan las condiciones de normalidad.

Pero las pretensiones de Pesatti podrían ir más allá: ejemplo de ello es el deseo de reubicar a la terminal, en un espacio que no implique el ingreso de colectivos en ligares hoy marcadamente urbanizados.

En 2015, en el mandato de electo Foulkes para completar la gestión iniciada por Ferreira, la Municipalidad presentó el proyecto que contemplaba la extensión de la Terminal hacia la calle Perón, con la construcción de un ala destinada a la instalación de una confitería vidriada y sala de espera con mayores comodidades. 

Así quedaban liberadas zonas actuales para la instalación de más ventanillas de expendio de pasajes. Entonces, como hoy, la capacidad era limitada.

Los costos eran imposibles de asumir con los fondos de la comuna, y las fuentes de financiamiento nunca estuvieron a disposición del proyecto.

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