07/03/2020

La UNRN puso en debate el cultivo de cannabis medicinal

Se convocó a distintos actores sociales como primer paso para impulsar un proyecto que modifique las restricciones actuales. 

La UNRN puso en debate el cultivo de cannabis medicinal

Por Fernando Manrique

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Fotos: Vanesa Schwemmler

La actual Ley Nacional 27350 que regula el uso de cannabis medicinal se ha puesto en boga en los últimos tiempos porque si bien promueve el derecho a la salud de personas con distintas patologías, el cultivo de la planta está lleno de grises. 

Abundan las restricciones sobre la producción y hay una delgada línea entre lo que es el derecho a la salud y la violación a la ley de estupefacientes. En el caso rionegrino, la propuesta del legislador del Frente de Todos Nicolás Rochas, de adherir a la norma nacional, descansa entre cajones. Es así que son los propios municipios o amparos judiciales los que intervienen en los casos urgentes. 

Un ejemplo de ello es lo sucedido con Joaquín Navarro, un chico sanantoniense que padece Síndrome de Tourette y cuyo aceite de cannabis le calma los dolores. Su abuela María Eugenia Sar luchó contra la Justicia en un largo proceso y finalmente se aprobó que pudieran cultivar en su casa. La Justicia federal, a cargo de la jueza Mirta Filipuzzi, avaló una medida cautelar que les permite a los Navarro conservar sus cultivos y su producción de aceite de cannabis, al menos hasta que el Estado les garantice el acceso a la sustancia.

Desde la Universidad Nacional de Río Negro tomaron la posta en este tema y convocaron a distintos actores para debatir e intentar elevar un proyecto que amplíe los beneficios en materia de salud pública.

Modificaciones en la mira

Daniel Barrio, secretario de Investigación de la UNRN.

El vicerrector de la Sede Atlántica de la UNRN, Anselmo Torres explicó, en el encuentro informativo de este jueves, que se promueve la puesta en común sobre esta cuestión para romper con esa distancia existente entre el centro de estudios y la sociedad.

Puntualmente, sostuvo: "Nosotros creemos que debería modificarse la ley para que se permita el autocultivo, ese es nuestro objetivo", a la vez que se opuso al modelo de Jujuy, donde una empresa privada produce aceite de cannabis a grandes escalas de forma comercial. 

También se puso en la vereda de enfrente de los grandes laboratorios "que se apropian del saber que ya está en la sociedad hoy y después lo llevan a grandes niveles comerciales. Nosotros queremos el autocultivo, los pequeños productores solidarios y acompañar esos procesos".

Juan Manuel Otero, secretario académico de la UNRN, agregó en el mismo marco: "La Argentina hoy tiene un clima favorable hacia un proceso de reglamentación más amplio de la norma que está. La universidad está participando activamente de una red que se implementó en el ámbito del CONICET, que busca generar herramientas, discusiones, propuestas, matices, para facilitar que desde un grupo importante de diputados se presente un proyecto de reglamentación". En ese grupo participa el Ministerio de Seguridad, el Ministerio de Salud, SENASA, el INTA, el INTI y universidades nacionales.

"Es un foro abierto para ampliar márgenes de reglamentación, incluir patologías, cambiar reglamentaciones, cambiar esferas de aplicación, proponer divergentes en la reglamentación" amplió Otero. 

A su turno, el secretario de Investigación de la UNRN, Daniel Barrio detalló: "Si bien hay mucha información que surge a partir de los medios y parece que hay un gran avance en determinadas áreas y avances de derechos, en realidad cuando uno va y dialoga con los organismos que controlan, que habilitan y que nos van a permitir avanzar en determinados aspectos, nos encontramos con que el tema avanza de forma muy colateral a todos los organismos. La ley es muy restrictiva respecto a los alcances que tiene". 

"Nosotros acabamos de instalar un equipamiento para poder procesar, analizar, producir a escala piloto si fuera necesario, pero nos encontramos con que cuando queremos avanzar en los otros aspectos hay todo restricciones. Aparentemente, con la red que se ha formado de la cual participan los organismos de control, llámese Ministerio de Salud, Ministerio de Seguridad y CONICET, se empezarían a agilizar algunos trámites para poder lograr las habilitaciones" indicó.
 

Borrar grises


Concurrida primera reunión para abordar el tema.

Gabriel Navarro, médico legista y promotor del autocultivo expresó sobre la modificación reglamentaria que es necesario evitar que se excluyan patologías: "Es el médico quien va a decidir sobre las posibilidades de que sea usado en tal o cual síntoma o patología, porque muchas veces decimos que sirve para esto o para aquello y si lo ponemos en la ley estamos cortando el uso general para otras patologías. De ninguna manera deberíamos excluir patologías".

Gustavo Benegas, cultivador que ha ayudado a mejorarle la calidad de vida a decenas de dolientes, comentó: "El orden de las cosas sería primero despenalizar, luego regular y después legalizar. Ya no habiendo una penalización, una persecución a los cultivadores, se puede empezar a trabajar de una manera más transparente y más palpable, articulado a todos los límites. Estamos en una situación en donde estamos en los grises en todos los aspectos, desde el acceso a la semilla, hasta el fitopreparado final, hasta los potenciales que tienen las plantas para aliviar una patología y hasta un desarrollo y un control de laboratorio".

En este sentido, señaló: "El único camino claro y transparente que han encontrado esas personas (por los enfermos) es a través del autocultivo, desde el simple hecho de saber qué semilla necesitamos cultivar para el día de mañana tratar nuestra patología. Pasaba antes que una persona que cultivaba se encontraba con que no había un médico que la acompañe, por prejuicios o por desconocimiento. Esos grises al día de hoy se vienen aclarando". 

Aun así, citó que hay casos de cultivadores que dejan de ser solidarios y le ponen precios inalcanzables a su producción. Nombró entre ellos la situación de una madre que debe pagar 4 mil pesos por un gotero para su hijo que tiene epilepsia. "Nosotros como cultivadores contenemos a la sociedad, lo que necesitaríamos articular desde la universidad es brindar capacitaciones para las buenas prácticas a la hora de realizar un cultivo y un fitopreparado".

"Es importante articular todo desde el autocultivo porque a falta de una regulación hasta el día de hoy es el único camino que hay para desarrollar un tratamiento e investigación. Hay que contenernos entre todos como sociedad, lograr información que es necesaria para seguir aclarando los grises, porque desde otra forma no sucede, sino estaríamos todos esperando que el Estado nos dé la respuesta que hasta el día de hoy no le llega a nadie" subrayó Benegas.

 

San Antonio como estandarte 

María Eugenia, abuela de Joaquín.

A falta de una legislación fuerte a nivel provincia, la localidad de San Antonio se conmovió con el caso de Joaquín y se actuó en consecuencia. 

Su abuela María Eugenia dijo en la charla desarollada en el Campus: "En San Antonio tenemos una ordenanza vigente y está funcionando. Entonces, un cultivador que puede ser padre, madre o encargado, tiene un asesor técnico cultivador y es tan necesario porque nos falta experiencia. La persona se inscribe con un certificado médico y el Consejo Consultivo decide cuántas plantas puede cultivar esa persona para su patología. Lo bueno es que también se permiten tres domicilios distintos en virtud de que las plantas se pueden infectar o se pueden robar como me pasó a mí". 

La médica Alejandra Vedova, quien forma parte de ese Consejo Consultivo, mencionó que se pusieron a hacer aceite para diferentes patologías y se entregan a pacientes sin ningún costo alguno, de forma solidaria.  "Hasta el momento hicimos historias clínicas con 34 mujeres de 23 a 84 años y en 19 varones que van de los 17 a los 92 años. Si esto se puede hacer en un hospital público, sin costo para el que lo recibe, con medicina de calidad ¿por qué el Estado no lo puede hacer?"

Y arengó a que Viedma se anime a reclamar: "Hay que militar y organizarse porque si tienen una ordenanza y no está reglamentada es porque no hay presión social. Nosotros tuvimos un gobierno con un cambio de política y nos quisieron dejar la ordenanza sin llevarla adelante, nosotros peleamos, modificaron la ordenanza y la llevaron adelante. La militancia es lo que va a llevar adelante todas las políticas de Estado".

El legislador Rochas, un estudioso en el tema, explicó que el caso de San Antonio es mirado a nivel nacional "porque precisamente en San Antonio tanto el Concejo como el Poder Ejecutivo han interpretado que hay un derecho. En el amparo de Joaquín se dice que toda utilización del cannabis que tenga finalidad terapéutica no puede ser comprendida dentro de la Ley de Estupefacientes, precisamente por su finalidad. Bajo esa misma motivación la jueza Mirta Filipuzi resolvió devolver nueve frascos que fueron incautados en un procedimiento de rutina de Gendarmería, pasando Sierra Grande, y lo hizo bajo la inteligencia de que no se trataba de material dentro de la Ley de Estupefacientes, sino de la medicina".

Completó: "Muchos se preguntan ¿por qué no empezamos a plantar y listo? En realidad esto tiene que ver con la conclusión de que el sistema político está en deuda con la sociedad. Hay una legitimación en el uso de esta planta que ya está superando las prohibiciones de la legalidad, entonces estamos en esta situación anómica. Lo urgente es descriminalizar, sacar la conciencia represiva del Estado de perseguir a los cultivadores, lo cual va a dar la posibilidad de que se trabaje con mayor tranquilidad y transparencia y eliminar el narcotráfico, la clandestinidad, tantas cosas feas que terminan llevando resultados malos".

"Hay que regular y la experiencia de San Antonio es tremendamente exitosa y próximamente va a ser replicada en Conesa, en Choele Choel y bueno sería que esas ordenanzas, que no son otra cosa que la réplica de un proyecto provincial, sean impulsadas por la Legislatura y que se convierta en un derecho de todos. Sería bueno empezar a militar ese derecho, para que no sean las ciudades las que tomen para sí la valija, sino que sea un derecho para todos los rionegrinos y que el Ministerio de Salud pueda emitir certificados para regular de forma provincial" cerró finalmente. 

El debate ya está puesto sobre la mesa. Bienvenidas sean todas las voces, pero con información y especialmente con empatía hacia quienes sufren una enfermedad y ese pequeño gotero le genera enormes alivios. 

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