29/03/2020

"En cancha chica", minicuentos de fútbol

Juan José Panno, periodista y escritor argentino de amplia trayectoria, y sus relatos breves publicados en un libro hace unos años atrás.

"En cancha chica", minicuentos de fútbol

Juan José Panno. Argentino, periodista y escritor. Con carrera en Goles, El Gráfico y Página/12, entre otros medios. Cofundador de la escuela de periodismo TEA y muy reconocido en el ambiente de los que gustan de una rica y popular escritura relacionada al fútbol. En 2015 lanzó a través de Editorial Colihue, un libro de relatos breves llamado "En cancha chica, minicuentos de fútbol" y que en esta época de aislamiento, ofreció a DEPORTV muy gentilmente para promover la lectura. 

Al ser varios los cuentos, los iremos subiendo en diferentes notas para que se puedan apreciar mejor. A continuación, algunos de ellos. A disfrutar.


SUEÑOS
El sábado a la noche el delantero soñó que en el partido del día siguiente ejecutaba un penal y era gol porque amagaba y disparaba a la izquierda del arquero que se iba, engañado, hacia su derecha.
El domingo, el árbitro cobró un penal para su equipo y el delantero, que tenía muy presente el sueño, amagó a la derecha y le dio hacia la izquierda del arquero, casi con displicencia, respondiendo a la premonición.

El arquero, que se había volcado justamente hacia su izquierda, no tuvo que hacer mucho
esfuerzo para detener la pelota. El delantero se quedó estático, azorado. La perturbación se multiplicó cuando el arquero, al pasar a su lado, mientras sacaba la pelota le dijo en tono canchero: “los sábados a la noche me tiro a la derecha, los domingos a la tarde, no”.


 
LEY DEL EX
Hombre de noble madera y códigos firmes, el Negro Palacios, centrodelantero del Deportivo. La tarde de esta historia se enfrentaba con el ex club en el que había crecido y había jugado hasta el año anterior. Antes del partido recibió una plaqueta y más que eso, recibió una merecida y estremecedora ovación de todo el estadio. La gente lo seguía apreciando a pesar de que en la temporada anterior se le había mojado la pólvora. Era raro no verlo con la camiseta del Atlético. Cuando marcó el 1 a 0 para su nuevo club, como no podía ser de otra manera, apartó con los brazos extendidos a todos los compañeros que se acercaron para saludarlo. “Creo que ni lo quiso hacer, ¿ no viste que le dio medio pifiado?”,comentó un hincha del Atlético en las tribunas.

Diez minutos después, el 2 a 0, una volea al ángulo del centrodelantero. Apenas la pelota se coló en la red juntó los brazos y miró a las tribunas en un gesto más que elocuente . “ Mirá vos”, dijo el tipo de la popular. Le salían todas esa tarde al Deportivo y por eso no extrañó que a la media hora el centrodelantero recogiera un rebote debajo del arco y marcara el 3 a 0. El silencio se quebró con el grito de aquel hombre de la tribuna que había dicho en el primer gol que no lo quiso hacer y había dicho “mira vos” en el segundo. “ Negro, cortala, la recalcada concha de su madre”. Antes del final del primer tiempo, el cuarto, gol, un zurdazo de afuera del área, a colocar. Ahí fue cuando el Negro Palacios amagó arrodillarse para que todos entendieran el pedido de disculpas, pero no pudo.

El hombre de la tribuna, el que subrayaba con un comentario cada gol, dijo algo más o menos asi: “ Negro hijo de mil putas,, en todo el año pasado hiciste tres goles y a nosotros nos metés cuatro, en un rato, la putísima madre que te parió”. Y no se sabe si fue ese mismo hincha o si fue otro el que le tiró la botella llena de orin y le dio de llenó en el medio de la cabeza, ante la merecida y estremecedora ovación de todo el estadio.

INFAMIA
Se conocieron en la Facultad de Filosofía y Letras hace más de 50 años. Armaron un equipo de fútbol, alguien dijo Infamia y con ese nombre   empezaron a participar en campeonatos universitarios y en torneos barriales. Hoy se siguen  prendiendo en amistosos   con otros veteranos; picaditos que invariablemente terminan en picadita con vermú.  Dos son psicólogos, uno es periodista, dos son arquitectos, uno vende cocinas, otro materiales de construcción, uno se dedica al cine, uno es dramaturgo,  otro es un famoso escritor  ahí adentro, uno más. Hijos, sobrinos y nietos se van alternando en el equipo para que la Infamia se proyecte en el tiempo.

AMATEUR
El jugador profesional a veces se hace el lesionado y no se entrena con el plantel para poder jugar en el campito con los amigos de la infancia. Los dirigentes dicen que no es serio, que es un irresponsable, que pone en peligro el patrimonio del club y el propio,  pero a él no le importa nada de lo que dicen . El jugador profesional se puede llamar René Orlando o Angel Clemente  o Juan Romám. o Carlitos ( y siguen las firmas).

PASILLO
 
Juegan en el pasillo, con una plastiball  padre e hijo. A doce goles juegan. El pibe, que tiene , póngale cuatro años, saca ventajas. Cuatro, cinco a cero, El padre reacciona, pasa a ganar seis a cinco, el pibe redobla el esfuerzo y con amor propio se pone diez a ocho, parece que la cosa ya está liquidada pero el padre estira el partido y pasa a ganar once a diez, el pibe siente que está todo perdido que el mundo se derrumba, pero mete un chumbazo y empata. El padre tira débil, pero igual al pibe se le escapa  y es el gol del triunfo, pero el mismo padre lo anula. “No vale, fue off-side”, dice, El pibe no sabe que es el off-side, pero acata contento la decisión del padre/árbitro. Y en el último tiro manda otro chumbazo  que el padre  quiere parar, pero de verdad no puede. Doce a once gana el pibe, un resultado que ya se había dado otras veces. Termina el partido y los dos jugadores se abrazan fuerte.

 
VIERNES
 
Viernes a la noche. Está nublado. No se sabe si va a llover, el servicio meteorológico anuncia que si, pero conviene no creerle mucho. Los tres amigos, que trabajan en el mismo banco ( o el mismo estudio, la misma fábrica, la misma empresa, ese es un detalle menor)  están en la sobremesa  de una cena con sus parejas en la casa de uno de ellos. Se van alternando para asomarse a la ventana, mirar el cielo y sacar conclusiones que van cambiando a cada rato
-Va a llover, la puta madre
-Me pareció que cayó una gota
-Una nube pasajera
-Se despejó todo
-Mañana va a haber un sol radiante
-Noooo, se viene el diluvio universal,no se va a jugar, ¡qué desgracia!
Las mujeres se divierten con las desventuras de los niños/grandes que se acuestan pensando en el partido del día siguiente por la cuarta fecha del campeonato interno…

 

Fuente: DeporTV

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