04/12/2020

Sexualidad: ¿Es posible controlar el orgasmo?

Jugar con las señales preorgásmicas puede ayudar a prolongar el clímax. Hay formas de reconocerlas, explorarlas y disfrutarlas al máximo. Te contamos algunos secretos.

Sexualidad: ¿Es posible controlar el orgasmo?

Las parejas pueden explorar la gama de opciones placenteras para alcanzar el clímax. Una de esas posibilidades es detectar las señales del cuerpo para lograr una respuesta sexual más intensa, sin que el orgasmo llegue demasiado rápido. La sensualidad, el cerebro sexual, el cuerpo sexual, la sensibilidad en los genitales y los reflejos del orgasmo se pueden desarrollar y mejorar a través de ejercicios y entrenamiento.

“Para llegar al orgasmo, hay que aprender a perder el control, hay que dejarse llevar. Sin embargo, jugar un poco con las señales preorgásmicas puede prolongar el clímax”, opina ante Con Bienestar la sexóloga y psicóloga Viviana Wapñarsky (M.N. 24.433).

En la fase previa al orgasmo, se puede observar que, a causa de una intensa excitación, se dan síntomas como dilatación de las pupilas, lubricación de los genitales, pezones endurecidos y, en algunos casos, mayor frecuencia de gemidos.

Estudios realizados por Masters y Johnson, los padres de la sexología moderna, concluyeron en la década de los 60 que la excitación sexual pasa por cuatro fases: la tumescencia, la meseta, el clímax (orgasmo) y la resolución.

 

 

“En los varones, el orgasmo y la eyaculación se dan de forma simultánea. Ellos pueden ir detectando antes las señales, puede darse como un cosquilleo en la zona genital, en las piernas, un calor... cada uno debe reconocer sus propias señales. En ese momento, hay que cambiar la posición y la respiración para evitar que se desencadene el orgasmo”, plantea la sexóloga.

Comprender cómo funciona el proceso de excitación sexual, permitirá disfrutar más del sexo y sacar mayor rendimiento de los orgasmos.

“La mujer también tiene señales preorgásmicas similares a las del hombre y tal vez un lindo juego es estimular el clítoris hasta que se sienta que el orgasmo va a llegar, para detenerlo tanto manualmente, con sexo oral o con algunas posiciones. La idea es jugar para ir elevando cada vez más la excitación y en el momento que está por lograr el orgasmo, cambiar el estímulo”, propone Wapñarsky y remarca que “no se trata de controlar el orgasmo: el control y el orgasmo son dos cosas opuestas”.

Disfrutar del sexo implica centrarse y olvidarse del mundo de la inmediatez, de los apuros y la hiperconectividad que nos rodea. Y desde luego de los clichés de la pornografía, que presentan un sexo rápido y mecánico.

“La excitación sexual es una respuesta vascular, o sea, de flujo sanguíneo. Para la manifestación física de esta etapa, hace falta que la sangre fluya a los genitales, preparándolos para el coito”, explica la sexóloga. “El orgasmo lo que hace es devolver ese caudal de sangre, al organismo”, agrega.

Detenerse en esa etapa de “mayor congestión” es todo un desafío, ya que es la parte más beneficiosa en términos de hormonas, pero en cambio es la fase por la que pasamos a mayor velocidad. “El secreto está en centrarse en la idea del disfrute sin presiones, regalándonos cuidados y atenciones, propias o recibidas”, concluye la experta.

Te puede interesar
Ultimas noticias