23/11/2020

Tips para disfrutar al máximo una ruta de senderismo

Esta experiencia nos pone en contacto con la naturaleza y con nosotros mismos, sacale el mejor provecho con estos consejos

Tips para disfrutar al máximo una ruta de senderismo

 

Caminar se convierte en más que una actividad trivial cuando estamos en contacto con la naturaleza, descubrir nuevos lugares o mirar con ojos nuevos nuestros paisajes de siempre se convierte en un reto que le dan al espíritu y la salud un merecido bienestar. 

 

Por convicción, se dice que un senderista ama y respeta la naturaleza, y se esmera en que de su paso por esos caminos causen el menor impacto posible ¿Cómo sacar el mayor provecho de esas rutas y exploraciones?

 

Llevá un calzado cómodo, apto para transitar por terrenos agrestes y resbaladizos, que transpire bien y que impida el paso de la humedad aparte de proteger el tobillo. No se debe estrenar calzado en una excursión, de esa forma evitamos sufrir rozaduras, ampollas o incomodidades no previstas.

 

La ropa que sea transpirable, elástica y cómoda, preferentemente de algodón o de lana, que permita la libertad de movimientos al caminar.

 

Una mochila práctica,  con una forma que no cause la menor molestia y con la espalda acolchada. No hay que llevar más cosas de las imprescindibles, porque lo que cargamos nos acompaña durante toda la travesía. Los expertos recomiendan que la mochila no sobrepase el 10% del peso corporal del excursionista, si bien eso suele resultar insuficiente si hay que acampar.

 

Los bastones brindan ayuda, sobre todo en terrenos agrestes e inestables o superficies heladas. Los mejores son los telescópicos, que permiten regular su longitud. Llevar bastones ayuda a no forzar tanto las articulaciones en los descensos y puede ser útil para ascender por caminos muy empinados.

 

Otros componentes básicos son una cantimplora con agua suficiente, una gorra, un minibotiquín, con algún desinfectante y analgésico, protector solar, mapa y brújula.

 

Está bien ir a tu ritmo, antes de emprender el camino, sobre todo en largas travesías o cuando hay que superar ciertos desniveles, se recomienda hacer estiramientos para preparar los músculos para el esfuerzo que les aguarda.

 

Comenzá de forma suave a fin de permitir que los músculos se adapten de manera progresiva, luego se aumenta el ritmo hasta alcanzar el más apropiado a nuestras posibilidades. En general, el ritmo debe permitir hablar mientras se camina; solo en tramos puntuales, como cuando hay que superar determinados obstáculos o desniveles, se puede llegar a cierta fatiga respiratoria, que se podrá compensar con paradas de descanso tras superar el escollo.

 

Hacé pequeños descansos, los expertos recomiendan, para excursionistas adultos, una parada a los 10 minutos de empezar, y luego otros 10 minutos cada hora para recuperar las fuerzas.

 

 

¿Un truco? en las subidas es esencial mantener un ritmo constante, los pasos se hacen más cortos y se atiende a la respiración. Es importante pisar con toda la planta del pie. Si la pendiente es elevada y la senda lo permite, ascender en zigzag ayudará a reducir el esfuerzo.

 

En las bajadas, en pendiente el zigzag puede ser la mejor opción para evitar una presión excesiva en las articulaciones. Las piernas, especialmente los cuádriceps, amortiguan la presión sobre todo el cuerpo y un descenso pronunciado suele repercutir en ellos.

 

Cuando la pendiente es accidentada, con bloques de roca y piedra suelta, será preciso descender despacio, ayudándose con las manos en los tramos más comprometidos.

 

Renovar energías, una excursión dilata nuestras perspectivas. Pasar uno o dos días caminando permite recargar las pilas y relativizar los problemas. El horizonte abierto, la vegetación, los arroyos y las cascadas parecen arrastrar consigo buena parte de las preocupaciones que lastraban nuestros pasos.

 

Disfrutá la desconexión, podemos detenernos en los diferentes aromas, plantas, olor de la hierba húmeda, la madera en descomposición o la resina. También podemos tratar de identificar por sus cantos a los pájaros, o explorar una cavidad subterránea o una pequeña cueva.

 

La naturaleza nos brinda un mundo de posibilidades y muchas veces están al alcance, es sólo saber mirar. Así sea un recorrido corto entre árboles, pájaros y un poco de río, te dejarán como nuevo. 

 

Fotos: Pixibay

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