¿Cuál es el mejor momento ponerle sal a las comidas?

El momento perfecto para incorporar la sal que nuestra comida se ajusta de acuerdo a la función de la receta o tipo de alimento, aunque existen algunas directrices básicas que nos pueden ayudar. Como dato importante, hay que tomar en cuenta que necesitamos una cantidad diaria de sodio al día, alrededor de 500 mg.

Dependiendo de cocción de los alimentos, conviene añadir este producto en un momento determinado. Cuando hacemos guisos, sopas, platos de cuchara o cocidos es importante salar los alimentos antes de meterlos en la olla, o salando en diminutas cantidades cada alimento en el momento de su incorporación (tené en cuenta que no se suelen añadir todos los elementos a la vez).

Siempre se podrá rectificar y un punto destacable es recordar que si la preparación incluye otros elementos como salsas, encurtidos, entre otros, esos productos ya contienen sal.

Si el alimento es a la plancha, ya sea un pescado, una verdura, tofu o carne, es mejor añadir la sal al final del todo, ya que la sal rompe las fibras del alimento provocando que los jugos salgan al exterior y el plato se seque. Podés incorporar la cantidad deseada de sal justo antes de retirar el alimento, consiguiendo que quede tierno y jugoso.

Sin embargo, este truco no se aplica a las preparaciones a la brasa, ya que en ellas queremos que el sabor y aroma del humo penetre en los alimentos, por lo que es recomendable incorporar la sal al comienzo sobre aquello que vayas a cocinar.

Otros platos

En el caso de preparaciones concretas como la tortilla, se recomienda una pizca de sal por cada huevo: hay gente que lo añade al huevo. Para las frituras ( como las papas ) las sal se agrega al final, una vez doradas, calientes y justo en el momento de servir. De lo contrario, la sal las ablanda y no permite que estén crujientes ni tersas. 

La sal se introduce en la comida por un proceso de osmosis: rompiendo las fibras y permitiendo que los jugos afloren. Durante la cocción esto es beneficioso ya que el sabor se queda en el líquido, pero no al preparar un pescado, por ejemplo. 

La Organización Mundial de la Salud recomienda consumir menos de cinco gramos de sal al día para evitar complicaciones cardiovasculares. El principal problema viene de los alimentos ya preparados y procesados, puesto que de toda la dieta solamente añadimos directamente entre el 20% y el 30% de la sal. Revisá si tu plato lleva procesados y rectificá al final. También tené en cuenta que salsas como la de soja son altamente ricas en sodio, como también lo son la mayoría de los quesos.

Foto: Pixibay