Las ostras invaden San Blas como las carpas al río Negro

Bahía San Blas está comenzando a padecer un problema de importantes dimensiones con la invasión de ostras silvestres, tal como la situación que ya se vive en el balneario Los Pocitos. 

Es que la población de estos moluscos está descontrolada y los veraneantes no pueden caminar con la tranquilidad por la playa. 

Se suma a esto la explotación comercial ilegal que pone en serios riesgos de salud a los consumidores. 

Ricardo Angos, delegado de San Blas, expresó a nuestro medio: "La presencia de las ostras en distintos sectores de la costa hoy es un gran problema para nuestra localidad. Como todos sabemos fue introducida en el año 1982 por unos españoles y a partir de esa introducción hubo distintos intentos de aprovechamiento productivo del bivalvo para que justamente genere economía". 

Y lamentó en ese marco: "Hoy en día sigue siendo un tema que falta terminar de resolver de fondo, porque son especies que van ganando lugar, más allá del trabajo humano que se está realizando. Se está haciendo muy difícil poder contenerlas".

El conflicto es similar al que se vive con las carpas en Viedma, en el río Negro, debido a que ambas especies están modificando el ambiente natural y su expansión no se puede regular. 

En una entrevista pasada, el propio subsecretario de Pesca de Río Negro, Jorge Bridi dijo que fracasaron en la batalla contra la carpa y calificó a esta especie como "el cáncer del río". Palabras más o palabras menos, lo que pasa con las ostras en los balnearios maragatos tiene su semejanza con lo que hace este pez del otro lado del "charco".

El tema de las ostras se diferencia con las carpas en que estos moluscos son un bien preciado en la gastronomía pero de nada sirve esa condición ante la falta de reglas claras para trabajar. 

La empresa familiar Puelchana Patagonia hace diez años se jactaba de haber exportado 20 mil docenas de ostras a Hong Kong. Sin embargo, hoy no se dedican más a esa actividad por los aumentazos de los tributos que dejan unos pocos pesos como ganancia. 

Será un desafío de estos próximos años delinear acciones para contrarrestar el efecto de esta especie en el Paraíso de los Pescadores y alrededores.