17/08/2019

Se viene un triste Día del Niño

Los desmedidos aumentos de esta semana han afectado a una de las principales fechas para los comerciantes. Se ve difícil el tercer domingo de agosto.

Se viene un triste Día del Niño

Por Fernando Manrique

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Fotos: Daniel Idiarte

El sacudón de la economía nacional ha afectado a todos los argentinos y a los comerciantes de los distintos rubros, especialmente de las jugueterías, en un momento poco oportuno.

Es que este tercer domingo de agosto se celebra en todo el país el Día del Niño y los padres que no fueron a comprar sus regalos antes de la corrida cambiaria están en un verdadero problema, dado que los productos en general aumentaron entre un 20 y un 30 por ciento.

Para los vendedores el panorama es nefasto, debido a que entienden que los ciudadanos ahora priorizan otras necesidades básicas como los alimentos, el pago de servicios y demás obligaciones.

Parate que preocupa

Carlos Pérez, propietario de una regalería, habló en Días Distintos por Radio Noticias sobre esta fecha especial manchada por la suba de la divisa norteamericana y dijo: “Es para preocuparse mucho, tenemos un país que no sabemos mucho cómo va a terminar, a nosotros que tenemos comercios nos preocupa mucho y yo todavía ni toqué ningún precio. Escuché que hay comercios que no venden, vi que ya sacaron todos los precios y las mercaderías están sin precios, yo no los toqué todavía”.

En cuanto al movimiento de personas, expuso: “Está todo demasiado tranquilo desde un tiempo a esta parte, la semana anterior que estuvo más cerca del cobro tuvo un poco más de movimiento pero ya esta semana disminuyó bastante” y planteó: “La gente ya no se acerca como en otros años, nosotros ya ampliamos a kiosco porque la regalería sola no funcionaba pero el año pasado en estas fechas se había trabajado muy bien

y este año realmente está todo muy parado”.

Reconoció en ese aspecto que “la gente hoy tiene que priorizar otras cosas como la comida y pagar los servicios. Yo a pesar de que no vendo tengo 11 mil pesos de luz para pagar, es una barbaridad, es el país que tenemos”.

Marcos, dueño de otra local, puso sobre la mesa el problema con quienes deben abastecerlos: “Nuestros proveedores todavía no nos pasan las listas pero sí sabemos que ha subido entre un 20 y un 30 por ciento en todos los rubros. Ahora tenemos que aguantar para ver cómo se sale de esto y ver si hay un cambio para todos”.

Sobre el Día del Niño narró: “A nosotros también nos subieron los fletes, hay varios factores. Ahora la gente está cuidando mucho la plata, tiene otras prioridades” e incluso mencionó que no remarcaron precios sino todo lo contrario ‘hemos pensado en bajar porque no vamos a vender”.

Efecto en históricas jugueterías

Agustín Llanos, dueño de la casa de juguetes Hermes que lleva 47 años en la ciudad, mostró su desazón por la falta de previsibilidad: “Es tan difícil hacer una proyección en este país en estos últimos tiempos, nosotros siempre tratamos de llevar una estadística pero cada vez se complica más porque no se responde a una fórmula matemática”.

A su vez, reflexionó: “Estamos acostumbrados a esto de tiempos muy buenos y después de crisis, cada tanto hay que pasar estos temporales, siempre ha sido así, lo cual nos hace hacer la plancha durante mucho tiempo, con años perdidos en los cuales las empresas no pueden seguir creciendo ni tomar más gente. Es lo mismo que les pasa a todos, han habido épocas muy buenas para los comercios, tal vez la mejor fue la del dólar 1 a 1 pero luego terminó como terminó, mientras duró fue buena pero después nunca más logramos vender así”.

La luz de esperanza está puesta en el plan Ahora 12 que en julio significó una venta de 30 mil millones de pesos en todo el país, aunque claramente una sola medida no alcanza ante tanto colapso.

Humberto Mondillo, encargado de Muebleart que ostenta con 29 años de vigencia, señaló en la misma línea que hay poca agua en el molino y existe una alta relación de compras con tarjetas de débito o de crédito.

“Nosotros siempre tuvimos a todas las tarjetas y tratamos de tener los planes que salen, ahora tenemos el Ahora 12 que el gobierno lo pudo poner en las jugueterías porque años anteriores nosotros no pudimos acceder a ese plan. Después tenemos todas las tarjetas que andan en la zona”, puntualizó.

Y completó: “Cada vez más se ve muy poco efectivo, el 95 por ciento compra con tarjetas y un 5 por ciento compra en efectivo, ya es una moda”.

Tanto en Hermes como en la casa ubicada en una de las esquinas de la Plaza Alsina, la principal ayuda es la variedad con la que cuentan tanto en precios como en rótulos. Ante eso, Mondillo comentó: “Apuntamos a todos los públicos, tratamos de cubrir la mayor cantidad de rubros dentro de la juguetería, la mayor cantidad de posibilidades para que el cliente tenga para elegir desde precios baratos hasta los más caros con más marcas”.

Pantallazo de precios

Los precios cambian todos los días, por lo que aquí sólo dejamos algunos valores de referencia. Tenga en cuenta que si tarda un par de horas en decidirse qué ir a comprar puede ser que se modifiquen los costos.

Los juguetes más vendidos son las muñecas Yoly-Bell que varían entre 1.300 y 3.250 pesos según su tamaño.

Seguidamente, se comercializan mucho las figuras que aparecen en la televisión, siendo una de las sensaciones del momento los personajes de Toy Story. A vuelo rasante, Jessie de Mattel cuesta $3.940, un Superman $1.250, Ben 10 $1.140, Scooby Doo $2.900, Spiderman de tamaño medio $990, y la Mujer Maravilla $1.145.

En tercer término, las muñecas Barbie con cuatro princesas están $1.810, de tipo sirena $1.410, explotadora $1.400, hada mágica $1.140 y Ariel La Sirenita que es muy aclamada 2.560 pesos.

En cuanto a los autos, uno de tamaño grande en el que entra un niño se sitúa en $4.120, un camión Duravit va 520 a 1.540 pesos, Cars $840 y con pistas de 1.450 a 2.290 pesos.

Otro clásico son las figuras de Dragon Ball que se ubican en 1.250 pesos.

Respecto a juegos de mesa, hay Preguntados a $1.350, Jumanji $1.120, Damas $440, Fútbol Magic $510 y Trust $1.050, entre los más económicos.

Para los que quieren quedar como el Papá del Año, una consola Play Station 4 con tres juegos cuesta 30 mil pesos en efectivo, las bicicletas de rodado 12 salen $4.500 y de rodado 16 están $8.500, las tablets rondan de 6.500 a un poco más de 13 mil pesos y los celulares según la gama van de 9 mil a 17 mil pesos.

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