Weretilneck y Alberto Fernández analizaron la política a días del cierre de fórmulas

En este periodo corto que resta hasta el vencimiento de los plazos de ley, los presidenciables siguen con sus contantes reuniones a fin de lograr acercamientos, y esta semana fue el turno de Alberto Weretilneck.

El precursor del encuentro fue el precandidato de Unidad Ciudadana Alberto Fernández, quien ya ha hablado con varios de los gobernadores con el objetivo de sumar adeptos a su propuesta.

Es que Juntos Somos Río Negro quedó muy fortalecido con el amplio triunfo en las elecciones provinciales del 7 de abril, que consagró a Arabela Carreras a la gobernación, y que tiene en la figura del actual mandatario al artífice de aquel armado electoral que favoreció el triunfo.

Por ello, si hay un dato que fue hartamente confirmado por el propio Weretilneck, es que Juntos Somos Río Negro irá a las elecciones nacionales para lograr que su partido incorpore en el Congreso de la Nación a diputados y senadores, y corregir el intento trunco de 2015 cuando quedó fuertemente relegado en las urnas.

Para lograrlo, ahora se analiza la conveniencia o no de buscar estructuras que apuntalen esa meta.

Más allá de los intentos, bien es cierto que no se ha decidido aun en la mesa directiva del partido si se apoyará alguna fuerza nacional.

Hace diez días, el gobernador aseguraba que no era posible confeccionar alianzas con fuerzas nacionales. "Somos un partido provincial y defendemos los intereses de los rionegrinos, y seríamos incongruentes con lo que hemos dicho todo este tiempo sobre que no tenemos porque ir en una elección electoral con un partido nacional", decía entonces.

Sin embargo, el hecho que la fórmula la encabece Alberto Fernández, cambiaron sustancialmente los objetivos.

“Hace ocho años que estamos gobernando y necesitamos fundar un espacio en el Congreso. No podemos no tener representantes", señaló Weretilneck en una entrevista radial y afirmó que Juntos Somos Río Negro se ubicará en la tarea de "reconstruir el país junto a otras fuerzas del campo nacional y popular, porque será complicado gobernar y hay que tener capacidad de generar un movimiento político más allá de las preferencias electorales de octubre”.