10/05/2019

“Si vendés plantas, vas a regalar vida”

Roxanna Moyano, nos comparte la historia de "Entre Flores y Espinas", un proyecto que no para de crecer 

Roxana Moyano (Roxy) un día decidió cambiar radicalmente lo que hacía, darle forma a una idea para llevar un ingreso extra a la familia y se puso un objetivo: vender plantas. El Día de las Madres en 2016, tomó 2 cajones, 15 macetas y salió a venderlas. Para su agrado ( y sorpresa familiar) su certeza pudo más que la incertidumbre y regresó a casa sin mercadería.

 

Así comenzó la historia de “Entre Flores y Espinas”, emprendimiento que se especializa en la venta de cactus y suculentas, además de otras variedades de plantas; proyecto que además en marzo de este año participó en el Premio Joven Emprendedor Ríonegrino 2019, iniciativa desarrollada por la Cámara de Comercio de Viedma que busca apoyar y  reconocer lo que hacen los jóvenes emprendedores.

 

Roxy, de sonrisa amplia y actitud optimista, nada la detiene, con una energía que parece inagotable piensa en grande y ve a Viedma como un lugar de buen clima y lleno de oportunidades.

 

¿Cómo comenzó el proyecto?

Surgió como una salida laboral, estaba trabajando haciendo limpieza en un lugar y pensé “tengo que salir acá”, le dije a mi esposo un día “no  voy a seguir limpiando, tenemos que hacer otra cosa”. Con mi esposo estabamos en la construcción de la casa y había que buscar otro ingreso económico. Un día tomé las plantas, un par de cajones y salí a vender. Comencé hace 3 años con 15 platas y hoy en día debo tener entre 2.500 a 3.000 especies. Hay muchísimas variedades.  Tengo un vivero, principalmente es de cactus y suculentas, también hago algunas otras variedades de plantas con flores árboles, algunos frutales, aromáticas, pero todo es más está enfocado a las suculentas y cactus.

 

La suculentas y los cactus ¿ están de moda?

Están de moda y a la gente le gusta porque el día de hoy, todos andan muy ocupados en el trabajo en la oficina o en un montón de cosas y por ahí no hay tiempo para dedicarse a las plantas, porque el jardín te lleva su tiempo, los cactus no son tan demandantes.

 

¿Por qué emprender con plantas?

La verdad, siempre tuve esto de las plantas y me resultó. Mi hermano una vez me dijo ” si vendes plantas, vas a regalar vida”  y eso como que me quedo ahí ¿viste?, me quedó picando.

 

¿Y no manejaste otras opciones antes de pensar en las plantas?

No, esta fue mi  única opción. También Dios abrió muchas puertas, entonces como que se me fue dando lo de las plantas.

 

¿Y cómo lo tomaron en casa?

Al principio estaba la preocupación de cambiar de empleo, dejarlo todo para salir a vender con unos cajones, parar en una feria pasando frío o calor, y yo dije: Sí, ¡lo voy a hacer!,  agarré los cajones, y me fui. Actualmente estoy en la Plaza Alsina a la mañana, que es mi primer lugar fijo desde hace dos años más o menos, estaba lunes, miércoles y viernes, ahora con el clima más frío, dependo del estado del tiempo.

 

¿Cómo es el día a día del vivero?

Tiene que ver con las ganas, yo me agarro el termo con el mate y arranco, me voy atrás de casa y estoy ahí. El regado de las plantas no es igual para todas,  tiene sus precauciones, porque hay algunas que les hace mal, entonces tenés que tener plantas que se riegan directo a tierra, otras se pueden rociar con manguera y ciertos casos a las que (como diría mi abuela) hay que hablarle porque eso influye en su crecimiento. Sí a una planta se le habla con amor y crece, imagínate el humano si se le tratara así.

 

¿Cómo fue la experiencia de participar en el Premio Joven Emprendedor Rionegrino 2019?

Para mí fue buenísimo, la verdad que a través de la Cámara de Comercio, dentro de los emprendedores locales salimos cinco y en marzo de este año fuimos a representar a Viedma en el evento que se hizo General Roca. El intercambio con otras personas, conocer otros proyectos, fue gratificante.

 

¿ Qué se viene para “Entre plantas y Espinas”?

Ahora en particular con este proyecto, me imagino tener un punto, un vivero a nivel comercial y poder abastecer esta zona, que dejemos de comprar afuera y decir acá estamos, somos de Viedma,  producimos, podemos darlo y no hay necesidad de andar buscando tan lejos cuando lo tenemos a la vuelta a la esquina.

 

¿Qué aprendizaje sentís que te dejó a la fecha este proyecto?

Ser perseverante y relacionarse. Comencé con dos cajones de flores y yo siempre digo que es importante ir para adelante. A través de las plantas conocí muchísimas personas, tenemos hasta un grupo de whatsapp para compartir información y regularmente hacemos encuentros de intercambio de plantas, es una experiencia enriquecedora.

 

Fotos: Daniel Iriarte 

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