21/04/2019

Viedma: tanto en tan poco tiempo

Viedma: tanto en tan poco tiempo
Créditos: WEB
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Por Emilio de Rege
Venimos de semanas donde la elección provincial eclipsaba el plano local ciertamente y daba por tierra cualquier posicionamiento al respecto. Sucederá ahora, como con las elecciones provinciales allá por Enero cuando fueron anunciadas, que la campaña electoral se nos antojará corta. Dicho esto, es tanto lo que tiene que procesar todo el arco político viedmense en ese costo plazo que seguramente no pueda.


Después de un 2018 donde se largaron y luego se pusieron en stand by muchas carreras hacia el sillón municipal por el protagonismo que terminó ganando la crisis económica, en 2019 la premura de las elecciones provinciales descartó cualquier posibilidad de retomar nada. Mejor después de las elecciones, decían. Nada más acertado. Las cosas han cambiado, y mucho, luego de la última elección en el escenario político de Viedma.


Alguna vez nos preguntamos si Foulkes iba a optar por blindar la elección de Viedma, o si sería funcional a la estrategia provincial de Cambiemos. Optó por lo segundo y el resultado fue mucho peor que el esperado, a todas luces. Hace pensar en un intendente a quien se le va hacer difícil la tarea de conducir en soledad la elección del candidato de la UCR o Cambiemos. El oficialismo se encuentra frente a un panorama difícil, con gran cantidad de variables que se han tornado adversas. Por supuesto que cada elección es única y sigue teniendo una serie de ventajas comparativas. Por caso, es gobierno.


Por el lado del escenario, forma parte hasta el momento de una fuerza nacional que no ha logrado hacer pie todavía en Río Negro, Viedma incluida. No se vislumbra que haya hasta hoy alguna posibilidad de que Cambiemos logre mejorar el humor social de gran cantidad de su electorado por la reactivación económica y parece que todo apuntará a una polarización con el fantasma de la vuelta kirchnerista. Es decir, el municipio tiene el arrastre negativo del malhumor social hacia Cambiemos pero en su caso no hay polarización salvadora. Hasta ahora por lo menos.


Por el lado de las características propias; el partido de gobierno cumple este diciembre 21 años al mando de la capital provincial. Si bien, salvando la última elección, el intendente ha mantenido hasta hace un tiempo buenos niveles de aceptación; La gestión de Foulkes sufre naturalmente los achaques electorales e internos del desgaste.
Para finalizar, no se llega a esta instancia ni se dieron las condiciones para un sucesor natural y no parece el intendente poner mayor ahínco en imponer nada. Y esto no es menor.


Hay veces que se elige para tener consenso adentro, y se resigna expectativa en la elección general y luego los resultados electorales son adversos, o viceversa y los resultados son también adversos. No hay ni candidatos, ni estrategias todoterreno. Pareciera que todo radica en la praxis. Ahora, lo peor sería la inacción. A todas luces.
Ya sea la estrategia un gran acuerdo, con mayor amplitud partidaria. Ya sea volver a la lista de la UCR. Ya sea que el candidato sea una persona del riñón, un concejal o un extrapartidario.


Por el lado de la oposición, un escenario interesante por lo menos, es el del justicialismo de Viedma. Podríamos caracterizar dos problemáticas. Una que surge de la integración de los nuevos socios del Frente para la Victoria en el armado y, a su momento, en las listas. Otra referida a la relación del reeditado FPV con parte de la del peronismo.


Tema que fue de diametral importancia, aunque difícilmente medible en votos, en la campaña de gobernador que acaba de finalizar. Viedma fue una de las ciudades donde más se hizo notar este malestar, en parte porque desde un sector del peronismo se achaca que se integra al FPV a un partido que en la última elección ayudó a que Foulkes ganara.


Con la inquietud acerca de la eventual existencia o no de un candidato del sector pichettista, podría replicarse un armado similar al provincial. Hay que prestar atención, no es lo mismo un peronismo dividido con dos candidatos que algún resquemor por los lugares en las listas.


También habrá que ver quién es el mejor candidato para administrar estos diferendos y lograr lo más parecido a la unidad en su totalidad, o si bien estas se antojan menores y se busca radicalizar el discurso de cara a una elección seguramente cercana a las nacionales.


Finalmente hay que hablar de Juntos. Claro protagonista de la elección de Viedma. Si bien había cosechado triunfos en otras elecciones, en este caso se antojaba ya como el preludio del desembarco pleno del partido en la ciudad.


Aún con la efusividad del triunfo a flor de piel, la situación de Juntos plantea una serie de desafíos, a saber.


Las posiciones internas y cómo dirimirlas. Si bien hay un cierto consenso en que el agua no llegará al río y habrá un solo candidato, en el medio toda negociación tiene costos.

 

Heridos


Por otro, la expectativa que genera la performance electoral en su debut de una fuerza que alcanzó semejante número en la última elección.


Es una gran apuesta la del gobernador.


Todo parece indicar que las cosas han cambiado mucho en el escenario viedmense desde ese 2015 cuando Juntos prescindió de tener candidato. Y nada se deja librado a la suerte.
 

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