03/03/2019

Tiempo de balances

Por Emilio De Rege

Tiempo de balances
Créditos: WEB
Créditos: WEB

 

La inflación es desde hace meses el tema principal de la agenda del gobierno. Esta semana, el BCRA dio otra vuelta al torniquete monetario. Cuando parece que no se puede hacer más, se hace más. Para decirlo sintéticamente, el Central endurece la política monetaria al máximo en diversos sentidos: encajes altos, tasa de leliqs al alza, intervención en futuros, emisión real negativa, déficit cero. Con el objetivo de que la inflación sea lo más baja posible. Demanda de la economía y de la política. Luego de un principio de año, hasta marzo, con una inflación rozando el 3%, la misma debiera ceder. Necesariamente.


El único dato bueno de la semana en este mar de lágrimas, es el dato del EMAE de Diciembre. El indicador desestacionalizado subió 0,7% frente a noviembre de 2018. En consonancia con lo que señalábamos la semana pasada, acerca de la leve recuperación de la actividad económica que planteaba el índice elaborado en Enero por Orlando Ferreres. Volvemos, como casi cada semana, que la medición mes a mes nos sirve para ver si la economía está o no recuperándose. Mientras que la interanual nos sirve para saber dónde estamos parados. Mirando una sola, la economía podría estar creciendo y aún así mostrar un cambio interanual negativo. Eso pasará mucho este año. Dicho eso, si hilvanamos estos dos puntos del Indec y de Ferreres, podríamos decir que el piso de la actividad, el fin de la caída, fue en Noviembre. Recemos porque así sea.


Este viernes, fue tiempo de balances para el gobierno nacional. El mensaje del presidente parece pedir un nuevo voto de confianza de la ciudadanía. La frase más patente que da la pauta del nuevo rumbo de la política económica, ‘Terminar sin déficit será el hecho de justicia social más importante en 70 años. Porque el déficit es causal de la inflación y la pobreza‘ decía Macri. Hace parecer que, luego del aciago 2018, terminó entendiendo que las reformas son urgentes. Quedará pendiente para el análisis de la historia si realmente el presidente desperdició una oportunidad de hacer prontamente las reformas y terminó frustrando por el gradualismo su propia reelección. O si realmente, con el capital político y económico con el que contaba, realizo las reformas que estaban dentro de lo posible conservando la institucionalidad y la paz social.


Como venimos diciendo, el presidente se juega un pleno a que las reformas llevadas adelante a fin del año pasado comiencen a dar resultados visibles en el corto plazo. Su capital político depende casi exclusivamente del desempeño de la economía. Pareciera que la misma se recuperará en este año, la incógnita es cuánto podrá capitalizar Macri de este desempeño en su carrera hacia Octubre. Irónicamente, el correlato negativo de muchas de las medidas que determinarían eventualmente las correcciones necesarias, serían abortadas por los efectos a corto plazo de las mismas en el electorado.


Es una obviedad señalar que los niveles de la cosecha será una de las variables determinantes de la economía. Según los últimos informes elaborados en Febrero por diversas consultoras internacionales, una cosecha récord de alrededor de 55 millones de toneladas en el caso de la soja y de 46 millones de toneladas en el del maíz, aportaría alrededor de un punto adicional de crecimiento del PBI. Se espera que las ventas ocurran pronto lo cual no afectaría al producto bruto pero sería un bálsamo para la situación del dólar. Un nuevo verano.


Luego de este breve balance, donde está la Argentina hoy políticamente de cara a Octubre. Esta semana hemos tenido acceso a una suerte de encuesta de encuestas. Un informe elaborado por un banco de inversión brasileño que, en uno de sus apartados, arroja resultados basados en el promedio de 15 encuestas de diferentes consultoras.

 

Todo esto ponderando la participación mayor o menor en el resultado final de las consultoras, dependiendo de lo acertado que hayan sido sus pronósticos en 2017. La misma sondea el escenario hoy más posible. El de Macri enfrentado en una presidencial, y luego en un ballotage, a Cristina Kirchner. Arroja un resultado interesante. Empate técnico. En el caso de la primera vuelta, 30,6% contra 30,5% gana Macri. En la segunda, 39,6% a 38,4% también gana Macri. Márgenes muy, muy magros.


Siguiendo con este informe, aunque las encuestas solo sondean los escenarios de Macri enfrentando a Cristina Kirchner, plantean en otro apartado sin embargo tres escenarios post elecciones. Cada uno según gane uno u otro candidato. Uno con un PJ triunfador, otro con un Kirchnerismo triunfador y otro de continuidad. Con Macri consiguiendo un segundo mandato. En el caso de Macri plantea una continuidad en el plan, dólar planchado, baja en el riesgo país y continuidad en la tutela del FMI. En el caso de Lavagna, a quien identifican con el PJ FEDERAL, aunque advierten una falta de programas explicitados vislumbran un horizonte de mayor laxitud en el manejo monetario, una necesaria renegociación con el FMI en consonancia y mayor inestabilidad en el tipo de cambio.


Finalmente, en el caso de un eventual triunfo de Cristina Kirchner, plantean un gobierno en sintonía con el último de la ex presidenta. Con un dólar al alza en niveles de alrededor de $60 debido a una posible corrida cambiaria y bancaria, niveles de inflación altas por el abandono del programa monetario y finalmente una situación cercana al default por el naufragio del acuerdo con el FMI. El último panorama sorprende a algunos por lo sombrío. Pero es textualmente lo que avizora el informe.


En nuestra provincia, todas las expectativas están puestas en la resolución que tome la justicia respecto a la candidatura del gobernador Weretilneck. Es que, según la mayoría de las encuestas, es quien se alzaría con el triunfo de ser habilitado. Habrá que esperar. La semana que viene, o cuando haya certezas en este sentido, se abrirá un abanico de escenarios por lo menos diverso. Sería volver a cero. Con las mismas certezas que teníamos hace un año. Por esta semana, la justicia rionegrina tendrá todos los ojos en ella.


Y en nuestra ciudad, finalmente, votaremos en Junio o en Septiembre. Ya en su último año de gestión, el discurso de apertura de sesiones ordinarias de Foulkes se centró en la enumeración de sus planes para el 2019. La carga afectiva del último discurso de apertura, del fin de un ciclo, estaba más en el recinto que en el papel. Como pasando por alto que es su último año en la función, el intendente focalizó en sus planes. En la gestión.


Políticamente, para el intendente y su eventual sucesor el resultado de Abril será seguramente la principal variable. No solamente por el resultado provincial, sino por el resultado que pueda llegar a obtener Foulkes en el circuito. Las diferentes combinaciones entre los dos determinarán la fortaleza que tendrá el partido de gobierno de la capital en su intento por retener el gobierno.


La semana que viene, dejaremos un poco la economía de lado. Hablaremos la realidad política de nuestra ciudad o de nuestra provincia, dependeremos de las novedades. Del factor exógeno.
 

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