03/02/2019

Veranito

Por Emilio De Rege.

Veranito
Créditos: WEB
Créditos: WEB

 

Enero fue un buen mes, de cumplimiento de expectativas en términos económicos. Repetimos como siempre que aún cuando la Argentina está corrigiendo problemas macroeconómicos que arrastraba desde hace años, el correlato en la vida diaria todavía es neutro y, hasta en algunos casos, negativo. Este mes, sin embargo, con el anuncio de que la FED de los Estados Unidos apagará por un tiempo la aspiradora de dólares, los dólares de la cosecha de trigo y un par de factores más, la Argentina vive un pequeño verano.


En un mes que se puede calificar como de euforia, los pronósticos han pasado de nefastos a auspiciosos para nuestro país, con sendos correlatos en el mercado de capitales, descenso del riesgo país, etc. Ahora, las noticias más cercanas para el argentino de a pie tienen que ver con la lucha contra la inflación, los niveles del dólar y, en menor medida, las tasas de interés.


El Central sigue logrando absorber dinero y renovar Leliqs a un nivel de tasas cada vez más bajas. Esto es bueno. La decisión de fijar el monto de Leliqs que subastará y dejar flotante la tasa, ha convalidado un descenso de la misma de los mayores desde que está en funciones la nueva conducción. El método anterior aceptaba, si se quiere, una tasa más alta. En el contexto actual, son los bancos los que compiten por tomar posiciones y se logra así mejores resultados.


La baja de tasas se seguirá sosteniendo en tanto no atente contra la consistencia del programa monetario. No parecieran estar dispuestos a comprometer el sobrecumplimiento de las metas en este sentido, tan ligadas a lograr un descenso sostenido de la inflación.


En el central prima la cautela. Aún con un dólar que no logra ubicarse hace varios días dentro de la zona de no intervención, la administración Sandleris no amplía las compras de manera significativa. Si bien se amplió el monto por sobre los US$50 millones iniciales, se siguen sobre-limitando respecto el tope que acordaron con el FMI.


Podemos decir que hay una mayor preocupación de parte del Banco Central en domar a la inflación que por un eventual atraso del tipo de cambio. Cada compra de dólares, al igual que cada baja de tasas, libera pesos al mercado y lo aleja del sobrecumplimiento tan preciado de los objetivos con respecto a la Base Monetaria.


Hoy está en el mejor de los escenarios, recomponiendo reservas a la vez que consigue bajar tasas absorbiendo igualmente los pesos que necesita para mantener consistente el programa. Esto es, sin largar pesos extra al mercado por sobre lo planeado. Vital para lograr domar los aumentos de precios. Al final, justamente lo que atrasa nuestro tipo de cambio es la inflación. Como venimos diciendo. El dólar puede irse dónde quiera, pero sin un descenso consistente de la inflación esta lo alcanzará a donde vaya. De ese loop hay que escapar.


Seguramente este previsto que las externalidades positivas que impactan en el tipo de cambio eventualmente se terminen, colocando al mismo dentro de la zona de no intervención nuevamente. Un ejemplo: en algún momento amainarán los dólares que llegan por la cosecha de trigo.


Políticamente, la noticia que no es noticia. La provincia de Buenos Aires y la Capital Federal finalmente irán a las urnas en la misma fecha que la Nación.

 

Octubre será finalmente el día de la madre de todas las batallas. No parecía lógico que la gobernadora Vidal desdoblara las elecciones para adelantarlas, Larreta menos.


En el caso de Vidal; No solo dejaba a Macri sin la figura con mejor imagen dentro de Cambiemos fuera de la boleta, sino que por cada mes que adelantara ella misma las elecciones, menos capitalizaría los resultados de alguna estabilidad económica y eventual repunte que ya descuentan desde Cambiemos a partir de abril.


Como venimos diciendo desde esta columna, si se mira esto como una película y no como una foto nos daremos cuenta que hoy estamos un poco mejor que lo que percibimos y a mitad del año que viene percibiremos que estamos mejor de lo que estamos. La costumbre de mirar la foto, seguramente, impacte positivamente el año que viene en el eventual electorado cambiemista.


En Río Negro los números del gobierno son magros. Sin una Vidal que lo salve, el camino a Octubre estará signado casi excluyentemente por el desempeño de la economía y por la voluntad o no del gobernador de aportar su capital político a un eventual armado electoral. No siendo un distrito de peso en lo que a electores se refiere a nivel nacional, lo que más vale aquí para Macri es no perder un diputado. Y para eso, no tiene que salir tercero y que lo doblen.


En Rio Negro, no parece que las elecciones fueran dentro de dos meses. No hay todavía un clima electoral demasiado marcado. La vida interna de los partidos sigue siendo la protagonista excluyente de la poca información que circula. Incógnitas intestinas.


El lunes será el día en que el oficialismo presente su lista. Dando por descontado que el gobernador encabezará la fórmula con Arabela Carreras ya confirmada como vice.


En Cambiemos todavía no están en estos menesteres. Difícil hablar del vicegobernador cuando siguen con doble candidato. Sin posibilidades de dirimir esto en las urnas, la mesa de diálogo parece ser la única salida. Si bien desde Nación parecen insistir con Wisky, no cierran la puerta para preservar su continuidad en el Congreso. Desde el radicalismo, reclaman que Matzen encabece la lista, dados el mayor peso territorial y representatividad del centenario partido. Además del buen número conseguido en ocasión de la elección legislativa de 2017.


Una coalición con grandes diferencias de conceptos. Mientras que un sector no descartaba, hasta hace poco, un convite del gobernador a integrar una alianza que nunca sucedió. Otros anuncian que irán el Lunes a la justicia si se confirma que Weretilneck será el candidato a gobernador de Juntos.


En el partido de Soria, continúa la dicotomía que señalábamos la semana pasada. Para parte del Frente para la Victoria, Odarda es la compañera ideal. Es la única figura, dicen, que tiene quilates electorales para aportar votos frescos a un eventual binomio con el intendente de Roca. Para los sectores más conservadores del peronismo, que si bien no conducen, integran el FPV, ese lugar debería ser ocupado por un intendente. Por alguien con poder territorial que además equilibre el discurso ultra-kirchnerista de Soria. Habrá que ver qué decide él.


La semana que viene, nos ocuparemos de Viedma. Nuestra ciudad.

Te puede interesar
Ultimas noticias