07/12/2019

Ropa usada: la tendencia de la necesidad

En los últimos años se incrementó la oferta y demanda del circuito comercial de la indumentaria de segunda mano en la Comarca.

Ropa usada: la tendencia de la necesidad

Fotos: Vanesa Schwemmler

 

Las prendas que ya no utilizamos no solamente terminan en una bolsa para donar, sino que comenzarán a recircular de diferente manera: para uso directo, o para uso comercial, el tema que nos ocupa hoy.Esas mismas prendas son lavadas, planchadas y hasta perfumadas para entrar al negocio de segunda mano.
Mucho se muestra en los medios acerca del “boom” de reutilizar ropa que ya fue usada.


¿Es moda? Sí. Hace un tiempo estaba en auge la ropa “vintage”, que son aquellas prendas con al menos veinte años de antigüedad.
Y vestir ropa usada viene siendo moda desde que a mediados de 2015 empezaron a crecer grandes tiendas dedicadas al re-commerce o comercio de ropa usada, cuando en ese entonces ambientalistas alertaron que la fibra sintética utilizada en las telas de prendas de ropa es responsable del 20 por ciento de los tóxicos que se vierten en el agua, por lo cual es altamente contaminante. De esta manera surgió la moda “sustentable”, que se basa en ejes con triple impacto: ambiental, social y económico.


Alejandra Gougy, presidenta de la Asociación Moda Sostenible Argentina, dijo a Infobae: “La basura no existe. Es el comienzo de una nueva vida. Se trata de vestirse con prendas con alma, con historia porque los scrap, los descartes, tienen su propia historia”.


¿Es tendencia? Sí, porque hoy diseñadoras y diseñadores van por el reciclar, cuidar el medioambiente, y, de paso, meterse de lleno en el circuito del comercio de “usado”.


Ahora bien, cuando una situación marca tendencia, significa que un cúmulo de personas se lanzan hacia ese mercado, ya sea como vendedores o compradores, y en este caso en particular se habla de moda o tendencia y surge el comercio y quienes vemos en él un beneficio.


Un dato más que determinante, es que la economía en el país produjo una disminución en la demanda textil que afecta a la producción nacional, retraída un 12,8% interanual en agosto y con un acumulado de 15 meses consecutivos de caída, según datos del INDEC.

 

 


“Vienen las mamás a buscarle ropa a sus hijos”


 
La ropa de segunda mano es la oportunidad que se le da tanto a quienes necesitan vender y hacer alguna ganancia, como a quienes vestirse o vestir a su familia se les torna difícil en tiempos de crisis económica.


¿Qué se necesita para vender ropa usada?: primero lo principal, justamente ropa usada y una mesa o manta donde exhibir la indumentaria, y si se cuenta con un dispositivo con redes sociales, mucho mejor.


Si traemos la cuestión a nuestros pagos, podemos decir que se arman muchas ferias americanas en diferentes puntos de la Comarca.
Una vereda, un garage, una plaza, es el sitio utilizado para vender y comprar ropa que ya ha sido utilizada y se puso a recircular.
Un ejemplo de esto en el ámbito local es el caso de dos amigas que, acompañadas de su familia, acuden a la feria de Patagones en la plaza Villarino los días domingos.


Ellas recolectan prendas, entre otros artículos, de amistades y familiares, y las ofrecen a un precio mucho más bajo que en una tienda.
La ganancia les sirve para costear su viaje de egresadas, y, como me cuentan “las ventas van bien”, y la pregunta común para feriantes de ropa usada fue: ¿qué ropa tiene más salida? “Toda”, dicen.


Johana, una feriante, nos contó: “Vienen más que nada las mamás a buscarle ropa a sus hijos, y después se compran ellas. Preguntan mucho por los precios”.


En Viedma también se arman ferias comunales. Dos muy conocidas son la del barrio Santa Clara, calle Santa Cruz al 300, y otra en el playón del barrio 20 de Junio.

 

 


Se ven puestos con mesas, carpas gazebos para protegerse de las inclemencias del tiempo, y hay quienes llegan caminando con bolsos de ropa y, manta al piso mediante, arman su puesto.


También encontramos ropa nueva, pero al ser revendida y sin marca, más allá de la calidad de las telas o su confección, sigue siendo más económica que en los locales convencionales de ropa.
Si bien todo vale, trueques, regateos y hasta pagos con débito, lo cierto es que la necesidad prima en estos tiempos de economía inestable, donde comprar ropa, para muchos sectores de nuestra sociedad, se transforma en un lujo.

 

Las mujeres son las que mayormente realizan la ‘recorrida‘ por los puestos en busca de ropa, para sus hijos o hijas, para ellas mismas, para sus parejas o familiares. “Acá vengo a buscar ropa barata, porque en las tiendas no puedo comprar para todos, les llevo hasta a mis nietitos”, dice Jorgelina, quien está en la feria vendiendo huevos, un puesto que cuida uno de sus 6 hijos e hijas mientras ella aprovecha a buscar lo que le sirva y su bolsillo pueda costear.

 

 

Economía circular


Prolongar la vida de un producto es el primer mandamiento de la economía circular.
Las redes sociales también tienen su importancia en este comercio, donde la oferta no siempre supera la demanda, sobre todo en cambios de estación o con la llegada de las Fiestas.


Ahora están buscando ropa para las fiestas de Fin de Año, las bajadas sobre todo. Llega toda una familia y empieza a mirar qué llevar, porque lo que te sale un pantalón en una tienda les significa vestirse a lo mejor a varios integrantes de esa familia”, dice Carla, quien arma una feria americana en la vereda de su casa y ofrece publicando en redes sociales, con fotos, desde vestidos, anteojos de sol, calzado, hasta carteras y juguetes. En los casos de redes sociales, las direcciones se manejan por privado previo contacto.

 

 

“Acá es más barato todo”

 

Cinthia, muy joven, es una compradora que se encontraba en la feria en un puesto de ropa, expresó: “Si veo una ropa usada que está en buen estado la compro. También uno trata de comprar ropa nueva en estos lugares porque es más barato”.


También los hombres, ya que Eduardo preguntaba por zapatillas para él. Agarró un par que le mostraron y las miró, las analizó desde todos los ángulos posibles y la pregunta recurrente “¿Qué precio?”.


Y Eduardo es un asiduo más de las ferias como tanta gente de la Comarca: ‘Acá es más barato todo. En un comercio te arrancan la cabeza. Capaz no es caro, pero a mí no me alcanza y acá suelo encontrar algo que me sirve y puedo pagar o me lo dejan más barato‘.
Otro tema que suele traer aparejado este comercio es la competencia con quienes tienen un local comercial, a lo cual los vendedores insisten en que no es desleal, ya que no se puede competir con ropa nueva o de marcas.


Y así me fui de una de las ferias donde mujeres, hombres y niños, pero sobre todo mujeres, continuaban recorriendo en busca de precios más baratos para poder subsistir. Pareciera que la necesidad volvió tendencias ciertas estrategias para el día a día. 


Lo cierto es que caminar por las ferias o recorrer ventas de garage, o ferias americanas, es recorrer necesidad. Cruda y distintiva necesidad de quienes no acceden a los precios de la ropa nueva, de marca o de moda masiva, y la necesidad de hacerse unos pesos con lo que otros ya no utilizan.

 

 

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