05/10/2019

¿Qué desperdicios son más difíciles de reciclar?

Tenemos una lista para compartir que será muy útil para repensar los productos que consumimos 

¿Qué desperdicios son más difíciles de reciclar?

 

Nuestra huella en el medio ambiente cada vez es más fuerte, en una cultura del consumo a gran escala se hace necesario detener la mirada para ver de qué manera podemos disminuir el impacto. Hoy te compartimos un listado con elementos que son difíciles de reciclar.

 

Bolsas de plástico

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) calcula que en el mundo son utilizadas unos 500 mil millones de bolsas de plástico diariamente. El uso de estas bolsas se generalizó en 1970 y poseen un tiempo medio de uso de uno 12 minutos, sin embargo, tienen un gran impacto para el medio ambiente: la misma ONU la propone como la causa de la muerte anual de un millón de aves y 100.000 mamíferos marinos. Una alternativa para luchar contra este derroche es llevar nuestras propias bolsas de tela. 

 

Las cápsulas de café son desechos muy difíciles de reciclar

Un problema de estas cápsulas de café es que al no poder separarse del producto que contienen, no es posible considerarlas un envase y tirarlas . Las distintas marcas y entidades privadas ya están tomando medidas, tanto de recogida como de reutilización de este elemento.

 

Toallitas, pañales y compresas

Estos son productos cuya composición hace que sean muy contaminantes y difíciles de reciclar. Se calcula que un bebe puede utilizar hasta 6.000 pañales en dos años.

 

Lamparitas de luz

Su proceso de reciclado  es muy complejo, puesto que cada una se recicla de una forma diferente y algunas no pueden ser recicladas. La normativa que controla la gestión de este tipo de residuos aún no incluye las incandescentes ni las halógenas, solo las fluorescentes y LEDs.

 

Una alternativa en aquellas no reciclables es reutilizar para transformarlas en macetas, adornos o jarrones.

 

Envases tipo tetrabricks

Algunos productos de consumo habitual vienen envasados con una mezcla de materiales que hace difícil su separación y reciclado.

Un ejemplo son el tetrabrick de cartón o los plásticos de poliestileno y aluminio usados para alimentos líquidos y refrigerados. El reciclaje de estos materiales es posible realizarlo en plantas que cuenten con la tecnología necesaria y con un elevado coste, debido a que se deben separar sus componentes.

 

Aceite

Se calcula que 1 litro de aceite puede contaminar 1.000 litros de agua. Además, la grasa que poseen puede provocar atascos de tuberías y canalizaciones, y cuando llega a ríos y mares, crea una película superficial que afecta a los seres vivos que en él habitan. Debido a su gran impacto en el medio ambiente, es fundamental el reciclaje del aceite y, por eso, se deben utilizar los puntos limpios y los contenedores urbanos.

 

Medicamentos y chicles

El caso de los medicamentos es parecido al del aceite, por ejemplo, arrojarlos al desagüe contamina la flora y fauna de ríos y océanos. Por eso, se deben llevar los medicamentos caducados a la farmacia o al punto limpio. Por su parte, los chicles son otro producto altamente contaminante, ya que al estar hecho de goma, su proceso de degradación es complejo y tarda años. 

 

Foto: web

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