Alertan sobre una nueva ola de despidos

“El déficit cero que el gobierno nacional le promete al FMI para el 2019 podría tener graves consecuencias para toda la sociedad”, es el planteo que por estás horas realizan los dirigentes de la Regional Viedma de UPCN Trabajadores Nacionales.

Desde el Sindicato afirman que se está “preparando” una nueva ola de despidos en el Estado Nacional que dejaría en la calle a 10 mil trabajadores.

Indicios

Los primeros indicios del “dato” que manejan los representantes de los trabajadores nacionales ya se vieron en el fuerte recorte en el ministerio de Agroindustria, con el despido de los trabajadores de Agricultura Familiar, un organismo clave para garantizar el acompañamiento a los pequeños productores en las regiones más inhóspitas del país.

Otro síntoma de alerta lo da la reestructuración de ministerios claves como Salud y Trabajo, con la consecuente eliminación de programas, vitales en el caso del cuidado de la salud. “No es casual que volvamos a tener casos de sarampión después de años de haber sido erradicado”, advierten desde el gremio nacional.

“Achicar el Estado es acortar la asistencia y asesoramiento a los sectores más vulnerables de la sociedad”, afirma Wilson Rodríguez. El Secretario General del sector de UPCN que concentra a los trabajadores nacionales en la Regional Viedma, transmite la preocupación por lo que pueda suceder cuando se eliminen los programas que benefician a millares de argentinos y que son desarrollados por trabajadores que están siendo despedidos.

“¿Quién puede pensar que con un Estado más chico, con menos recursos, puede haber un Estado más eficiente?”, se pregunta Rodríguez, y profundiza en la idea central que por estás horas desvela al gremio que conduce: demostrar la importancia de los organismos nacionales en la vida diaria de los argentinos. “Defender a los trabajadores Estatales es defender a toda la sociedad, ya que cada ministerio tienen una función vital”, destaca.

Alimentos

La Agricultura Familiar produce más del 70 por ciento de los alimentos que llegan a las mesas, esa es la conclusión a la que arriban en un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. Ese reconocimiento de lo que hacen los pequeños productores tenía el acompañamiento del Estado a través de la Secretaria de Agricultura Familiar, pero ahora el Gobierno nacional comienza un proceso de achique y retirada que los deja solos.

Otro organismo fundamental para garantizar la sanidad de los alimentos, que también soporta los embates del recorte brutal, es el Senasa. Está herido de muerte por los despidos de sus empleados, y así las prácticas saludables en el manejo de alimentos primarios corren severos riesgos.

El cambio de status del Ministerio de Salud, que pasa a ser una simple Secretaria, reviste un cuadro de gravedad especial. Los despidos de trabajadores guardan relación con el recorte y suspensión de programas. En ese sentido, lo que ocurre con la suspensión de la vacuna de la meningitis para los niños de 11 años es un hecho inédito que explica la falta de sentido común del ajuste en marcha.

El Ministerio de Desarrollo Social adquiere una importancia central en cualquier escenario de crisis. Los excluidos, los que son directamente perjudicados por las medidas que buscan la ausencia del Estado, los que caen en la pobreza y la indigencia, necesitan la mano estatal. Por el contrario, la decisión tomada es que cuando este ministerio se vuelve más imprescindible, se empieza a quedar sin trabajadores que puedan monitorear los escasos programas que sobreviven al cambio.

Con este escenario, Wilson Rodríguez afirma: “Tenemos la inquebrantable voluntad de agotar todas las instancias posibles para que ni un solo trabajador pierda su empleo, porque sabemos que detrás de los despidos se esconde el desguace de programas vitales y ello solo puede traer perjuicios inimaginables a toda la sociedad”.