17/04/2016

Le dicen la Gillette

Por Marcial Biageti.

Le dicen la Gillette
‘Gillette (fundada en 1901) lo mejor que el hombre puede obtener‘.
‘Gillette (fundada en 1901) lo mejor que el hombre puede obtener‘.

 

A partir de esta semana, el país debería tener mejor humor. La bisagra que según el gobierno significará el pago a los holdouts y que nos vuelve al crédito internacional finalizando el default es todo un punto de partida optimista. Para el otro país, el de todos los días, el de la lucha para mantener el poder adquisitivo y llegar a fin de mes lo que se inicia es un trimestre de crisis profundizada, donde el conflicto y las derivaciones imprevisibles de esos eventos pondrán a prueba el gobierno, los gremios, las instituciones y la capacidad de aguante de las capas más vulnerables de la sociedad.


 La visión optimista que baja desde el confuso mensaje oficial señala que lo peor está pasando, acudiendo casi a la lógica de un simple slogan publicitario: estamos tan mal que de ahora en más vamos a estar mejor. Macrismo básico.


 Más allá de los logros y esfuerzos del gobierno conseguidos épicamente ‘a pesar de la dura herencia recibida‘ hay una actitud desde los despachos oficiales que por momentos adolece de cierta soberbia y por otros de manifiesta impericia. O algo peor, aparecen las dos cosas sumadas. Que lo digan si no los productores de frutas que mayoritariamente acompañaron la salida electoral de globos amarillos y luego de deambular por los despachos oficiales con funcionarios de segunda línea tuvieron que afrontar la peor cosecha de los últimos veinte años sin ni siquiera hacerse notar con una medida de fuerza porque ni para nafta les ha quedado en sus maquinarias.
 Al lado de los productores se anotan otras actividades como la construcción, los servicios como el turismo, el comercio en general. Se pararon las obras nuevas, toda deuda de la administración anterior además de sospechada se paga con cuentagotas o no se paga. Ni hablar de redeterminación, con una inflación que hoy proyectada es del cuarenta por ciento. Los créditos internacionales lloverán sobre Argentina según el gobierno. Sabrán estos funcionarios que entre el proceso de un crédito internacional, la determinación de una obra, la licitación, los primeros pagos y la plata efectivamente en el bolsillo de alguien pasarán, siendo optimista,seis meses más la pausa del verano de por medio. Y este cronograma ideal solo sirve para la construcción, ya que no es tan lineal ni acotado con los demás sectores del quehacer económico.


 Al respecto, es muy evidente lo que el gobierno viene haciendo con los medios de comunicación. Parte de la errónea percepción que todos los medios estuvieron sobrealimentados por la pauta publicitaria del kirchnerismo. Por esta razón no estipula nuevas pautas, y además por las dudas no paga las adeudadas. La tesis, ya explicitada, es que el mercado ordenará los desfasajes; en otras palabras van a soportar la sequía lo que verdaderamente puedan hacerlo, los demás al cierre. Como la prueba atlética del más apto, gana el más fuerte. El problema es que tiene todos los visos de un criterio aplicable en todos los rubros: provincias, municipios, tercer sector, universidades.


 Hay quienes vaticinan crisis con situaciones tensas que moverá a modificaciones en el gobierno nacional, en cuyo gabinete ya trascienden internas y cuestionamientos. Por lo que se ve, tienen visibilidad los ministros Prat Gay, Frigerio y Dietrich. Casi todos ellos por las malas noticias, deuda, falta de dinero para provincias, aumento de tarifas. Ayer nos enteramos que hay una Ministro de Desarrollo Social, Carolina Stanley que anunció un paquete de medidas paliativas para los sectores más golpeados por la situación económica.


 Sin duda la noticia de la semana fue el regreso capitalino de Cristina Kirchner, cuya evaluación da para todos los gustos. Diremos una sola cosa, cerrarse en el mismo discurso con el que dejó el gobierno, pero ahora con los Tribunales como telón de fondo no es buen augurio para los seguidores de la ex mandataria. A ello se suma la ausencia del peronismo con poder territorial. Todo indica que el kirchnerismo debe aprontarse a tener la pelota en su área chica durante mucho tiempo, y los futboleros ya saben lo que sucede a sus equipos cuando esto ocurre.


 Por fin Río Negro ofrece algunas novedades. Se movió la paralizada Obra Pública. Despacio con la euforia, el gasoducto a Playas Doradas que el gobernador anunció con bombos y platillos en short de baño en el verano con licitación el 10 de febrero todavía se hace esperar. De manual, si ya no lo podemos tener para este invierno, dejémoslo para volver a anunciarlo en el verano. Recordar en la temporada 2017 cambiar de atuendo, o sea de short.


 Hay un nuevo Ministro de Obras Públicas que debe ser venezolano porque hace gala de dos apellidos: Valeri Echarren. Pero bromas aparte, han sido impactantes los anuncios en este rubro esta semana: obras en cinco pujantes ciudades rionegrinas, incluyendo esta adormilada capital por unos ¡veinte millones de pesos! ¡De no creer! Asombroso lo de doce casas en Viedma y una en San Javier. Pero el desenfrenado impulso constructor del gobierno de Río Negro no se detuvo allí, se abrió el concurso de precios para los Centro de Atención a Niños (CAINA) de Viedma en un acto en el que los sueldos mensuales de los funcionarios intervinientes igualan el monto de las obras. Dice el comunicado Mejoras Edilicias en el Caina: arreglo de una cocina industrial, colocación de artefactos, instalación eléctrica, cambio de llaves y cableado, aberturas y puertas, reparar el techo, machimbres y zócalos. Se reubicará los interruptores eléctricos, persianas y taparrollos, colocación de estantes, reparar la humedad, limpiar el tanque de agua. Cuatro funcionarios, cinco oferentes de 138.000 a 405.000. La Obra Pública de la provincia más poblada de la Patagonia, que desde octubre no redetermina ni paga deudas como se lo prometió al sector y que sólo cumplió hasta las elecciones donde más de la mitad (unos cuarenta millones) benefició a una sola empresa: Roque Mocciola SA.


Si estuviéramos en Córdoba, al Ministro Valeri Echarren ya le habrían puesto un sobrenombre. Sugerimos uno, acorde con el origen frentegrandista setentista del hombre: sería apodado Gillette, ‘porque no se siente ni se ve‘. Y en este tema de la visibilidad la que se lleva las palmas desde lo mediático es la Ministro de Turismo, Silvina Arrieta quien fue noticia nacional con entreveros de los que es muy difícil explicitar y mucho menos librarse.


 Como dijera el gobernador Weretilneck en oportunidad de las asunciones de estos colaboradores: esto es una muestra de la importancia que nuestro gobierno le da a Bariloche.

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