Fuerte caída del salario mínimo desde la asunción de Milei

El salario mínimo en Argentina ha sufrido una desalentadora caída desde que Javier Milei asumió la presidencia del país, según un informe del Centro de Investigación y Formación de la CTA. El valor del salario mínimo, vital y móvil se ha reducido más del 34%, llevando el poder adquisitivo del actual salario a estar un 44% por debajo de noviembre de 2019.

El informe publicado por CIFRA resalta la preocupante situación salarial que prevalece en el país. El salario mínimo establecido para el mes de diciembre quedó significativamente por debajo del aumento de precios del 25,5% en ese mismo mes.

Ante la falta de un acuerdo en el Consejo del Salario Mínimo Vital y Móvil, el Gobierno optó por actualizar el salario mínimo a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU). Sin embargo, estas medidas no han logrado frenar la caída.

El informe expone que el gobierno no ha mostrado intenciones de recuperar el poder de compra perdido, sino más bien profundizar la disminución. A pesar de los aumentos propuestos por la Secretaría de Trabajo, el salario mínimo ha sufrido una reducción real del 34,1% en pocos meses, frente a una inflación que se estima en más del 110%.

La pérdida de poder de compra del salario mínimo es aún más preocupante cuando se considera que el aumento de precios ha sido más alto para los alimentos que para otros bienes y servicios. Teniendo en cuenta esta situación, la pérdida de poder de compra del salario mínimo desde noviembre de 2019 es del 51,7% y del 63,0% respecto al mismo mes en 2015.

El retroceso es tan significativo que, de no haber ocurrido esta pérdida de poder de compra desde fines de 2015, el salario mínimo estaría cerca de los $480.000 en este mes de abril. Actualmente, el valor real se encuentra incluso por debajo del nivel registrado durante la crisis de 2001/2002.

El informe también destaca que en abril, el salario mínimo solo alcanza para adquirir poco más de la mitad de la canasta básica de alimentos que define la línea de indigencia para una familia tipo y menos de un cuarto de la canasta de pobreza. Estas cifras solo son comparables al peor momento de la crisis luego del estallido del régimen de convertibilidad.

La situación salarial en Argentina es cada vez más preocupante, con un poder adquisitivo que sigue en caída libre bajo la gestión de Milei.