Río Negro se convierte en un referente en la reducción de víctimas fatales en siniestros viales con respecto a la provincia de Córdoba. Según datos oficiales, en los años 2021 y 2022, la provincia patagónica registró un total de 84 y 80 fallecidos respectivamente, evidenciando una disminución significativa en comparación con los 94 casos que Córdoba ha contabilizado en lo que va del año.

Estos números revelan la efectividad de la política de seguridad vial implementada en Río Negro. En 2018, antes de su gestión, la provincia alcanzaba cifras alarmantes con 104 víctimas fatales, las cuales se redujeron a aproximadamente 90 con la implementación de medidas destinadas a evitar siniestros en las rutas rionegrinas.

Un factor clave que distingue a Río Negro de Córdoba es la presencia policial en las vías. A diferencia de la provincia cordobesa, en Río Negro los efectivos se encuentran obligados a realizar controles estáticos y supervisar el tránsito fuera de las unidades. Esta mayor presencia contribuye a mantener la seguridad y a prevenir accidentes.

A pesar de contar con rutas de excepcional calidad y sistemas de monitoreo avanzados, Córdoba aún experimenta un número preocupante de víctimas fatales en siniestros viales. Esta realidad pone en evidencia que la infraestructura y el control tecnológico no son suficientes por sí solos para garantizar la seguridad de los conductores.

Se destaca también la conexión entre el estado de conservación de las rutas y la incidencia de accidentes fatales. La mayoría de estos siniestros ocurrieron en sectores donde la infraestructura vial no presenta un deterioro importante. Esto confirma que es fundamental el trabajo conjunto entre el mantenimiento de las rutas y la seguridad vial para disminuir la cantidad de víctimas.

Río Negro se consolida así como un modelo a seguir en lo que respecta a la reducción de muertes en siniestros viales, mientras que Córdoba enfrenta el desafío de implementar estrategias más efectivas para frenar esta trágica realidad en sus rutas.