El actual modelo de sociedad de consumo presenta nuevas realidades y desafíos para los bolsillos de las familias, y si bien se considera que en la actual quien concurre a un mostrador debe tomar un rol activo para defender sus ingresos, resulta significativo ofrecer desde este medio una recorrida por las bocas minoristas relacionada con la canasta básica hogareña.

La crisis económica que atraviesa el país afecta todos los rubros y el consumidor siempre busca alguna alternativa que le permita obtener ese producto que le hace falta en su mesa. Ante la incertidumbre que genera este contexto, NoticiasNet recorrió panaderías de Viedma para saber cuál es la situación de los comercios.

"Las ventas bajaron, pero nosotros tenemos nuestra clientela. Somos una panadería con precios accesibles y tratamos de mantenerlos donde se pueda, porque hacemos todo lo posible hasta donde podemos pero llega un punto que no queda otra que aumentar, porque somos muchas familias las que vivimos de esto", explicó una de las comerciantes. 

"Tenemos un horario extenso, que eso también tiene mucho que ver y no cerramos ni domingos ni feriados. Tenemos más de veinte años en el rubro y la gente sigue confiando en nosotros", indicó sobre su panadería.

Una opción muy bien pensada en esta panadería, tanto para el bolsillo del consumidor como para las ventas, es ofrecer los productos del día anterior a mitad de precio. "Lo que queda del día anterior se vende a mitad de precio. Los clientes ya saben de eso, por eso por ejemplo muchos obreros hacen una vaquita y vienen a comprarnos siempre, es algo que ayuda un montón", contó.

El relevamiento realizado permitió tener un parámetro de los productos principales que consume la gente y sus precios actuales. La docena de facturas va de los 4.000 a los 6.000 pesos, en tanto que el pan miñon tiene un valor de entre 1.600 y 2.400 pesos por kilogramo. Los bizcochitos, los más elegidos en los ámbitos laborales de oficinas, cuestan entre 3.000 y 4.200 pesos el kilo. Y tomando en cuenta la época del año y la aproximación de la temporada invernal, las tortas fritas empiezan a ser muy buscadas para los desayunos, meriendos o encuentros familiares y de amigos en jornadas frescas o de lluvia. La docena va de los 3.000 a los 4.200 pesos. 

Por otro lado, durante la recorrida de NoticiasNet también se pudo observar el lado solidario de los vendedores ante la necesidad de la gente. "Yo no compro, vengo a pedir. Estoy sin trabajo por discapacidad y tengo que arreglarme así. Yo antes era panadero, pero me tuvieron que operar de la mano y no pude seguir trabajando, por eso estoy en esta situación", contó un vecino durante la consulta en una de las panaderías.

La inflación llevó a los vecinos y vecinas de Viedma a dejar de lado los productos finos y optar por mantener el consumo de lo esencial, como es el pan, y en alguna que otra oportunidad los bizcochitos y las tortas fritas. 

"Más que nada aumentó lo que es de repostería, como es por ejemplo oreo, dulce de leche o grasa, porque de todos los productos que utilizamos para cocinar, la harina es lo más barato", concluyó la comerciante.