A PRÓPÓSITO DEL 245 ANIVERSARIO DE LA COMARCA

| 21/04/2024

Un hallazgo sobre cómo se repartían las tierras a poco del desembarco de Viedma

Merced a un interesante trabajo de investigación del Museo Tello, con el hallazgo de nueva documentación, viedmenses y maragatos pueden conocer mucho más de la historia regional luego del desembarco de Francisco de Viedma y Narvaez el 22 de abril de 1779. Hoy se cumplen 245 años de la llegada cuyos vestigios están frente al centro cultural.

Este aspecto desconocido está ligado a cómo era por entonces qué le correspondía a cada uno de los pioneros, y según el museo, en la época de la colonia, existían dos tipos de adjudicación de tierras en cuanto a su superficie: la pionía y la caballería.

Sin embargo, interpreta el escrito que en el caso de Viedma, es probable que solo se haya utilizado el primero debido a la limitada disponibilidad de extensiones de tierra para distribuir, especialmente por la resistencia de los indígenas en la zona.

Según el historiador Juan Carlos Vedoya, una pionía consistía en un solar de 50 por 100 pies, cien fanegas de tierra para trigo, 10 para maíz, 2 huebras de tierra para huerta y 8 para árboles de sadacal, además de pastos para ganado.

Si se reduce al sistema vigente, la suma total de todas las superficies sería de aproximadamente 375 hectáreas, y al observar la cartografía de la colonia de 1802, es posible apreciar las fanegas y huebras asignadas a algunos colonos en tierras a ambos lados del río.

Un punto de que muestra la orfandad de la epoca, se estima que no se completó el área asignada dentro de cada pionía, posiblemente debido a la falta de cultivo de maíz en la zona, lo que habría reducido cada adjudicación.

Vallejos

El museo se basó en el aporte de fuentes del fallecido agrimensor Edgar Serviliano Vallejos, quien desde su trabajo en la cartografía regional redactó varios informes oficiales acerca de los verdaderos límites que le corresponden a la provincia de Río Negro, como la nueva traza del Meridiano X, que linda con Neuquén. Esto le sirvió como sustento a la provincia para efectuar futuros reclamos ante la provincia vecina a fin de trasladar los límites unos 12 kilómetros al Oeste.

También advirtió a las autoridades rionegrinas de las consecuencias que pueden traer para propietarios de tierras la falta de mensura -y la imposibilidad de transferir propiedades- en el límite entre Río Negro y Chubut, como consecuencia de la fijación inconclusa del Paralelo 42.