El Juzgado Federal de esta capital, a cargo de Ezequiel Andreani, decidió que la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) descubra a que obedecen los 11 millones de pesos hallados en una bolsa de consorcio durante un control policial a fines de febrero pasado.

En la noche del 27 de febrero, el hallazgo cuando efectivos del Cuerpo de Seguridad Vial (CSV) asignados al puente Basillo Villarino interceptaron un Chevrolet Onix con dos ocupantes que viajaban desde la provincia de Buenos Aires con supuesto destino a San Javier.

Se concretó una requisa en el interior del rodado, y en ese momento los dos ocupantes -mayores de edad- no pudieron justificar la procedencia de semejante volumen de dinero, con lo cual para despejar dudas, se solicitó la presencia de personal especializado del Cuerpo de Toxicomanía, sin embargo los perros de la División Canes no encontraron drogas.

Sin embargo, luego de ese procedimiento, se dispuso secuestrar el dinero y ponerlo a disposición de las autoridades para que estas personas justifiquen la procedencia tomando en cuenta las exigencias de las normas tributarias nacionales, según pudo saber NoticiasNet de fuentes dignas de crédito.

Si bien un abogado, como representante de estas personas se hizo presente en el juzgado viedmense, el dinero continúa secuestrado ya que tampoco hubo demasiados justificativos, y en consecuencia se giraron las actuaciones a la AFIP para determinar el origen. La gente que lo trasladaba estaría vinculada con el negocio de la cebolla, y según algunas versiones, se trataba de dinero para abonar sueldos de cosecheros.